✿ 𝔈𝔰 𝔑𝔲𝔢𝔰𝔱𝔯𝔬 ✿ | ↠𝒴𝒾𝓏𝒽𝒶𝓃↞

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La camioneta ya bien conocida por el personal de aquella pequeña cafetería se estaciono y bajo de ella un atractivo alfa. Se dirigió hacia el local y la pequeña campana anuncio su llegada.

―Yibo.

―Haikuan, ¿Qué tal el trabajo?

―Pesado― se froto el cuello― ¿y tú?

―Igual ¿donde están Zheng?

―En el cuarto de descanso, esta al fondo― le indico.

Yibo agradeció con una reverencia y se dirigió a dicho lugar, al entrar vio como Zheng se escondía detrás del omega.

― ¿Qué sucede? ― entro y cerró la puerta.

―Promete que no te enfadaras.

―Depende― se recostó en la pared y cruzo los brazos― ¿Qué hicieron?

―Nada me ofendes― inflo sus mejillas en un puchero― es que bueno... ― Zhan mostro a Zheng todo sucio y despeinado.

― ¿Qué paso? ― él alfa se acercó con mucha angustia reflejada en su rostro.

―No es nada los cachorros solo son algo traviesos― intento calmar a Yibo.

Ignorando por completo las palabras de Zhan observo a su cachorro molesto.

―Estas castigado― sin decir más comenzó a recoger las cosas de Zheng― gracias por cuidarlo― hizo una reverencia y salió del pequeño cuarto.

Zhan estaba impactado, no pensó ver al alfa de esa manera, ósea si tiene cara que se quiere morir o más bien matar a cualquiera que se le cruce en el camino pero no es para tanto, así que siguió al alfa y detuvo sus pasos.

―Espera Yibo, todavía no te digo lo que paso y ya lo estas castigando.

―La presentación en nuestra familia es muy importante, ¿Qué dirán al ver a mi hijo todo desaliñado?

―Es un niño, comprenderán― suspiró― te explico todo en la cena.

― ¿Iras con nosotros?

―Sí, pero no lo castigues.

―Siendo así, andando.

El alfa tomo de la mano a Zhan y a su cachorro en brazos importándole un rábano las protestas del omega al decirle que iría por sus cosas y se despediría de sus amigos, respondiendo un: Tienes todo lo necesario en casa.

A lo cual el omega se sonrojo ya que el alfa lo dijo como si vivieran juntos desde hace años.

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Todos estaban boquiabiertos escuchando los relatos del pequeño Zheng y es que al imaginarse al pequeño encima del otro niño golpeándolo les hizo hasta un poco de gracia.

―Zheng.

― ¿Si?

― ¿Ganaste?

― ¡¡Yibo!! ― regañaron los dos omegas al alfa.

―¿Qué?... si mi hijo se metió en problemas por lo menos quiero saber si mi cachorro puso en su lugar a ese niño.

―Si padre― respondió― me enojo más cuando le dijo fea a Lili― hizo un puchero― pero nadie, escuche bien padre― señalo al alfa con su pequeño dedito― nadie, nadie puede decirle asqueroso al aroma de Zhan Ge― hizo un gesto de desagrado y enojo― fue por eso que le pegue― hizo un expresión altiva.