La noche se tiñe de un bello azabache arrasando sobre todo rastro de luz, dejándome en soledad con mis pensamientos, quizás suelen ser mortíferos pero antes de que me ataquen con su letal agonía, de mí sale un enjambre de bellas mariposas negras, alegando que existe belleza única en mí, al principio no las entendía pero luego entendí que ellas solo son reflejo de mi amor propio, gracias al renacer en medio de mi eterna noche, se expanden para dar vuelo hacia nuevas experiencias.
Mariposas negras, gracia y belleza poseen, ahora todo se siente diferente, incoherente, es una nueva sensación, en su compañía ni siquiera me importa el amor, sí con ellas me siento surrealistamente bien, luego de tantas noches agobiantes, luego de que el cielo haya caído tantas veces me han hecho entender que no necesito guardaespaldas, quiero pintar mis propios colores, no quiero unirme a tu aburrida colorimetría, déjame fluir en mis tonos de
negro y azul.
¿Porqué olvidé que las mariposas negras son sinónimo de renacer?
¿Quién necesita de un supuesto príncipe azul en compañía de mis mariposas negras?
¿Acaso al volar en medio de mi corazón me explican que no duele el amor?
¿Será que el renacer en medio de la noche trae como resultado el amor propio que tanto anhelé?
Mariposas negras, al volar a mí alrededor entiendo que solo necesitaba ser libre, aprender, comprender que la felicidad no necesariamente viene ligada a alguien más, en el fondo sé que necesitaba el amor de quién se refleja a través del espejo, solo necesitaba hallar felicidad en mí, en lugar de autopedirme perdón prefiero prevenir el dolor, no entregar mi corazón a cualquier postor, mariposas negras, sinónimo de amor propio,
me hacen tanto bien, me siento increíble sin necesidad de compañía.
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Mohíno
PoesieDías corriendo como un dígito más, anhelaría la felicidad pero la siento ajena a mí, depresión funcional, siento a mi corazón seguir como sí se tratará de una máquina, destinado a seguir con estos mohinos días.
