2.

1.8K 200 21
                                    

Law aún trataba de procesar que el azabache estaba en su clínica, y más encima, dando vueltas recorriendo todo el lugar.

—WAO TORAO, AQUÍ TRABAJAS? —Aquel hombre no hablaba, GRITABA. Y más sorprendente para el cirujano, ése chico se había vuelto enorme y alto, y la voz que antes era más chillante, ahora era completamente masculina y fuerte.

—Mugiwara-ya ¿Qué haces aquí? —Dijo calmadamente aún teniendo al individuo entrando a cada habitación y revisándola como un niño curioso, bien... Había crecido, pero al parecer su personalidad no había cambiado ni un poco.

—Ouuu!!! Toraooo!!! ¿No puedo venir a visitar a mi amigo?! —Dijo con una enorme sonrisa de oreja a oreja, rodeando el cuello del cirujano con su brazo y acercándolo a él para volver a abrazarlo.

Law volvió a sorprenderse, no acostumbraba recibir tanto contacto físico, era más de que respeten su espacio, pero aquel pirata jamás hacía eso.

Luffy rápidamente se distrajo y corrió a ver una caja con cosas, agarrando una lupa.

—Wao trabajas con esto? —Dijo observando a Law con ese instrumento en su ojo.

Por fin aquel hombre suspiró algo agotado.

—Cuando tengo que utilizar la lupa, la utilizo Luffy. No cambies el tema, sabes que no me refería a eso... —Dijo apretando su entrecejo con dos de sus dedos y cerrando los ojos.

Luffy río dejando la lupa nuevamente en la caja.

—Pasaba por aquí y sabía que había un muy reconocido cirujano por la zona. —Hablo aún observando todo.

Ya la paciencia de Law se quebró un poco.

—Luffy, está no es tu isla y no tengo dudas de saber que seguramente vives por el east blue. Estamos alejados de allí ¿Qué haces por aquí? —Dijo soltando un suspiro y yendo nuevamente por sus cosas.

Mugiwara soltó un puchero y lo siguió como su sombra.

—Bueno, quería visitar a mis amigos... Hace mucho no navegaba y qué mejor qué para visitar a viejas personas.

Aquel tono dulce y divertido no desaparecía del rostro del Azabache, y Law solamente agarro su maletín para salir del consultorio.

—Ya veo, pero no creas que me voy a comer el cuento entero ¿Cómo llegaste hasta aquí?

—Uhmm... Nami me trajo,... Pero ya se ha tenido que ir, así que bueno...

A Law no le cerraba la historia completa, y menos cuando aquel individuo le evitaba ver a los ojos cuando decía esas palabras. Tampoco importaba la verdad, lo único que sabía es que aquel hombre estaba ahí.

Law salió del lugar y rápidamente fue seguido por mugiwara.

—A donde vamos Torao?

—Yo me voy a mi casa, no sé a dónde irás tú.

—PEROOO TORAOOOO

Y aquel individuo se colgó del cuello ajeno, como pidiendo ser arrastrado por él, cosa imposible para el enorme y pesado cuerpo que ahora tenía.

—Entonces me quedaré en tú casa!

—EHH?! —Dijo sorprendido y algo ofendido Law, observando a aquel hombre que de él colgaba. Sabía que le debía mucho a Mugiwara, y tenerlo en su casa era lo más mínimo que podía hacer. Pero... Iba a ser ofensivo para él el llevar a un Luffy a un hogar, que estaba completamente desordenado.

Y era la verdad, nunca fue un hombre descuidado y odiaba el desorden, pero esos últimos días, quizás semanas... No se había molestado en limpiar o siquiera doblar la ropa, y solamente iba a trabajar. Nunca esperaba visitas, así que tampoco se molestaba mucho en tener todo impecable.

Pero ahora tenía una visita inesperada, sabía que Luffy no notaría la diferencia de una casa ordenada, a una la que no, pero aún así se inquietaba.

—VAMOS TORAOOOO! Nami no me dejó dinero y estoy aquí varado... —Dijo con un enorme puchero tocando con un dedo la mejilla de Law molestándolo para que acepte.

— CÓMO ES POSIBLE QUE EL REY DE LOS PIRATAS NO TENGA DINERO? —Dejo un Law que su paciencia estaba llorando de dolor en esos momentos, respiro profundo y acepto.

—Esta bien, está bien.

Luffy sonrió en grande y ya no estaba tirado sobre la espalda de Law, pero si estaba con sus brazos rodeados atrás de él caminando juntos

—Torao

—¿Qué?

—Tengo haaaambreeeee —Refunfuño decayendose algo al caminar.

—Tsh no voy a sacar comida mágicamente, espera a que lleguemos a casa. —Se quejo el cirujano mientras caminaba y aunque no lo viera, sabía que atrás de él había un Luffy con un puchero.

—Torao

—¿Qué?

—Estas más viejo. —Dijo soltando una sonrisa y riéndose atrás de él.

—¿EEEH?!!

¡DOCTOR, CUIDEME! ( LuLaw )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora