¡DOCTOR, CUIDEME! ( LuLaw )

6.

Lo único que sostenía el porque Law estaba permitiendo tal acto, era su sencibilidad al alcohol; y la gran necesidad desesperada de su cuerpo de recibir placer.

Mañana seguramente iba a matarse; no eran unos adolescentes calientes buscando calmar su celo o experimentar cosas nuevas, y mucho menos Law estaba en la edad para dudar de su maldita sexualidad; y aún peor, tener intimidad con un hombre casado...

Pero todos esos pensamientos no pasaban por su cabeza ya que estaba ahogando los gritos de placer por sentir algo tan caliente y húmedo frotarse entre sus sencibles muslos, rozándole los testículos con tal fricción viscosa.

Luffy estaba por detrás rodeándole el abdomen con un brazo y agarrandolo fuerte, mientras empujaba sus caderas contra el trasero de un Law que experimentaba sensaciones nuevas.

Se sentía verdaderamente extraño, y en cierta parte desagradable; pero su cuerpo hacia de todo menos rechazarlo.

En los ahogados gemidos de ambos cuerpos excitados, se lograba oír ese pequeño rechinar de la cama por los sucios movimientos; y un Luffy perdido por el placer, agarro fuerte la barbilla de Law y acercó su rostro para besarlo; y aquel cirujano corrió el rostro tratando de hablar entre sus propios jadeos.

—Ni- ah... Ni te atrevas, Mugiwara-ya~ ahm... No cruces la línea... Ya esto es lo suficientemente desagradable y asqueroso... — Sentenció sin siquiera querer mirarlo. El ya sentir la parte dura de su amigo entre sus muslos era un límite suficiente.

Para su mala suerte, aquel hombre no se rindió y agarro con más fuerte esa barbilla que tenía esa sexy barba que le gustaba y lo beso; y tampoco fue un beso suave, sino que fue un beso tan demandante y apasional que el propio Law tuvo que enterrar sus uñas en el brazo de ese hombre que no conocia los límites.

La lengua ardiente de mugiwara-ya le entraba; probando por completo por dentro, lamiéndole los dientes y chupándole la lengua de una manera que lo ahogaba y no podía seguirle el ritmo; pero todo fue a la quiebra para Torao cuando aquel hombre estiro he hizo más grande su lengua adentro de esa cavidad vocal...

Se sentía asfixiado, y podía sentir como le llegaba hasta la garganta y se hundía más, y le chupaba como una bestia en celo. Se sentía raro, desagradable, se ahogaba con la enorme y caliente lengua de Mugiwara-ya; se sentía enfurecido y su ceño estaba fruncido mientras trataba de empujar aquel inmeso hombre para que le deje respirar; oh Dios... Que manera tan infernal de besar.

Sentir esas sensaciones, junto una enorme verga palpitarle más fuerte por estar probándole la boca; hizo gruñir a un Law que solamente podía tragar esa saliva de su amigo que lo estaba devorando. Todo su cuerpo ardía más que nunca, y sus labios dolían; y en donde sus manos antes golpeaban para empujarlo y alejarlo, ahora se aferraban a un Luffy desesperado.
El pirata se elevó lentamente sobre su amigo, subiendo encima de él, apretando las piernas y moviendo las caderas con lentitud. La imponente erección entraba y salía fluidamente entre los muslos mojados por los fluidos preseminales. Al borde del clímax, la excitación alcanzó su punto álgido, y es que nunca creyó sentir tanto placer por tener la lengua de alguien dentro de su boca.

Por fin Luffy sacó su lengua de esa pequeña boquita que apenas lograba besarlo; dejando a la vista esa larga lengua que estaba probándolo por dentro tan bien y dejo a un derrotado cirujano respirando mientras dos hilos de saliva le salían por la boca y le chorreaba por la barbilla. Los jadeos acelerados de Luffy tampoco tardaron en hacerse presente, y tomaron fuerte la barbilla de ese hombre. — Imagina todo lo que puedo hacer con esta lengua, Torao... Puedes pedirme que te haga lo que quieras; y lo haré... —Murmuro en un tono que hizo arquear la espalda de Law, y esté apretando fuerte sus dientes sujeto los cabellos de ese rey.