Lisa visualizó al megalodón y aceleró enfrentándose cara a cara contra el gran tiburón.
—Aquí vamos —murmuró.
Ahora sí iba a hacer justicia a su manera. Sin preocuparse de que sus amigos salgan perjudicados. Ahora sí podría arriesgarse al máximo sin que intervengan.
Tenía miedo, miedo de no lograrlo y no volver a sus amigos, pero más miedo de fallar y que esa cosa siguiera atacando y matando personas.
No era momento de acobardarse, era momento de luchar y enfrentarse a lo que muchos creerían ridículo e imposible, porque se hallaba "extinto".
Bueno, pues ahora iba a asegurarse de exterminarlo por completo.
Parecía que iba a subir justo en el momento en el que el gran tiburón abrió su boca para devorarla, pero sorpresivamente, inclinó su deslizador hacia abajo y con la misma hélice del vehículo lo enterró en el estómago del tiburón.
Mientras avanzaba hacia más grande la herida.
—¡¿Que te parece esto?! —vitoreó Lisa— ¡Sangra infeliz!
El tiburón logró golpearla con su aleta trasera tan fuerte que averió el vehículo más de lo que ya estaba.
Solo pudo leer falla en el sistema y después los grandes dientes del tiburón atrapando su nave.
El cristal estaba siendo brutalmente masacrado por el megalodón y toda el agua empezaba a colarse. Uno de los fuertes dientes rozó con la pierna de Lisa abriéndola un poco.
—¡Ahhhg!, ¡Hijo de perra! —gruñó adolorida.
No le quedó de otra que tomar su pequeña respirador, su cuchillo y una de las antenas desprendidas del arruinado deslizador. Después aprovechando que él meg la soltó por segundos, pateó el cristal para salir de la nave justo a tiempo antes de que la bestia lograra destruir por completo su vehículo.
Con todas sus fuerzas se aferró al megalodón y clavó su cuchillo en la piel dura para tener dónde agarrarse, después con la antena se acercó al ojo del meg.
Ambos viéndose con odio y frustración.
Uno de los dos iba a morir sí o sí.
Fue entonces que él gran tiburón saltó fuera del agua para quitarse a Lisa de encima, sin embargo la rubia había clavado en su ojo la antena antes de salir volando por los aires, no muy lejos del meg.
Lisa quedó muy aturdida cayendo al fondo de la zona, mientras que el meg era brutalmente devorado por un montón de tiburones más pequeños que habían sido atraídos por el exceso de sangre que desprendía el tiburón herido.
Solo podía ver como de poco en poco el animal finalmente moría.
Sin mucha fuerza empezó a hundirse en el agua aún sangrando de su herida pierna. Tenía la mirada perdida en la asquerosa imagen sangrienta.
Quién diría que moriría devorada por tiburones después de enfrentarse a uno gigante.
Un tiburón martillo y marrajo se acercaron a ella con la intención de comerla, no puso resistencia, realmente estaba demasiado agotada y cansada para siquiera moverse. Solo cerró sus ojos en espera de una agonizante muerte.
Tal vez así estaría junto a sus amigos anteriormente fallecidos.
Pero no amigos, Jennie estaba decidida a no perder esa cita.
Justo llegó a tiempo para salvar a Lisa, atropelló a los tiburones que iban a atacar a la rubia aventándolos lejos de su cita.
Lisa abrió los ojos encontrándose con esa mirada determinada que le decía, "Voy a matarte por el susto que nos has dado". Sin más que esperar nadó hacia el deslizador y se aferró a la nave sonriéndole nerviosa por lo que le fueran a decir o hacer cuando llegara con sus amigos.
ESTÁS LEYENDO
En lo profundo (Jenlisa)
RomanceLalisa Manoban es enviada a una misión de rescate para salvar a su ex-esposa y a su equipo sobre las profundidades del océano, dónde una bestia prehistórica sube a la superficie. Primero es detestada por algunos compañeros tras las constantes crític...