Datos generales:
→ Tag; Responsabilidad sexual
→ Pareja; MosBank
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Mos miró detenidamente a la amplia variedad de supresores en el estante de la farmacia. Demasiados colores, tamaños y nombres. Gruñó exasperado.
—¿Y bien? —su hermana preguntó a través de la llamada—. ¿Los has conseguido?
—Eh... —tomó la primera caja que su mano alcanzó—. Si, los tengo.
—Mira bien la caja, debe indicar que es para lobo en dosis baja —repitió su hermana—. Si te equivocas, no podré ir al campamento y pasaré todas las vacaciones atormentandote por ello —gruñó su hermana, recordandole lo importante que era para ella el ir a ese sitio.
El alfa lanzó un largo suspiro lejos de la bocina del telefono, leyendo la caja con una linea negra. Decía lobo y dosis baja, lo tenía.
—Lo sé Cherry, lo tengo aquí mismo. Pagaré en la caja y te los dejaré en tu caurto en la noche cuando vaya a casa, ¿bien?
—Está bien, pero envíame foto de la caja y no lo olvides en el trabajo —rogó Cherry, gimoteando como cachorrito—. Te veré el fin de semana, te quiero.
La llamada se cortó y Mos guardó su telefono en el bolsillo mientras la cajera le regresaba el cambio. Agradeció, saliendo del local y caminando de vuelta al trabajo. Agradecía haber comido antes de ir por el supresor o no llegaría a tiempo.
Un sonido salió desde el callejón por el que cruzaba.
Alzó una ceja, capturando en sus brazos al bulto que salía corriendo del sitio. Su camiseta se mojó con las gotas de lágrimas que el chico dejaba en su sollozo.
—¿Oye, estás bien? —llamó a atención del omega, que se negaba a separarse de su pecho—. No puedo entenderte sino me hablas correctamente.
—Estoy entrando en celo... —murmuró el chico, temblando en cada palabra—. No tengo supresores y estoy lejos de casa —lloró, negando.
—¿Cómo demonios no tienes supresores? —Mos preguntó consternado, cada omega debía tener supresores por ley y en caso de que no pudiesen comprarlos, el gobierno financiaba el gasto.
Algunos gruñidos explotó la burbuja en que estaban. El olor del omega comenzaba a alterar a los transeuntes, agradeció a los cielos que la ingesta de un neutralizador era obligatorio en su lugar del trabajo o este omega en sus brazos estaría en problemas frente a su lobo soltero.
—Ven conmigo, te llevaré a un sitio tranquilo —tomó de los hombros al omega y caminaron apresuradamente hacia dentro de la farmacia.
—Buenas tardes, ¿en que podemos ayudarle? —un asistente salió de algun sitio y les sonrió amablemente.
—Necesito un cuarto seguro —mencionó. El asistente asintió, guiandolos al fondo de la farmacia y sacando una llave para abrir la zona.
Una vez dentro, Mos miró al oficial beta que cuidaba los cuartos.
—¿Alfa u omega? —preguntó, mirando a ambos.
—Omega, es él —señaló con sus ojos al pequeño cuerpo que volvía a esconderse en sus brazos—. Lo encontré en la calle, por lo que no estoy seguro del supresor que necesita.
—No te preocupes por eso, chico —una enfermera salió del pasillo izquierdo, trayendo consigo una jeringa y un frasco lleno de liquido transparente—. Le pondremos un supresor estandar mientras llamamos a alguien y descubrimos que animal es.
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| OMEGACEMBER | ~2023~
Short Story- Relatos cortos - Omegaverse - Varias parejas - Capítulos unicos - Cada día un nuevo capítulo hasta completar todo el mes de diciembre