| OMEGACEMBER | ~2023~

13. Ojos de cachorro

Datos generales:

→ Tag; Deseo

→ Pareja; KaiSoo

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KyungSoo intentó alcanzar nuevamente y sin éxito el frasco de pepinillos que se situaba en uno de los estantes superiores del pasillo del supermercado. Bufó de frustración y dio pequeños brinquitos.

—¿Por qué siempre ponen los pepinillos tan alto? —preguntó al aire—. ¿No podrían poner allá arriba lo menos vendido?

—De hecho, los pepinillos no son tan vendidos en el supermercado —una voz le respondió.

El omega dio un brinco de susto y frunció el ceño, viendo al intruso en la conversación que estaba teniendo consigo mismo. —Eso no es posible, ¿qué gente no le gustan los pepinillos?

—A mi —respondió el chico, mostrando una pequeña sonrisa. 

KyungSoo tuvo que aceptar que era una sonrisa muy bonita. Control. Feromonas omega fuera. —Entonces, ¿puedes ayudarme a bajar un frasco, por favor? —Le dio una mirada rapida, tratando de no jugar con sus manos para que no viese lo nervioso que le ponía pedirselo.

Él podría ser un omega del siglo XXI, lejos de los tabús y estereotipos de la sociedad para ellos; pero KyungSoo era tímido, un maldito omega tímido frente a otros. Quizás por eso era que no tenía muchos amigos, la timidez no llamaba la atención y los pocos que lo hacían, terminaban huyendo ante su sarcasmo y sentido del humor peculiar.

—¿Oh? —el chico miró al pequeño banquito junto al omega, que servía para estas situaciones. Pero el rostro del chico estaba tan rojo por la verguenza que prefirió callarse y ayudarlo—. Seguro, dame un momento.

El omega sonrió cuando el frasco fue depositado en sus manos, lo miró con un anhelo peculiar. No es que fuese una especie de ambrosía para él, pero definitivamente KyungSoo era feliz con las pequeñas cosas de la vida.

—Muchas gracias... —murmuró al chico, sin mirarlo—. Ah, adiós —y corrió a las cajas abrazando el frasco.

La segunda vez que JongIn vio al omega en el supermercado, el chico estaba tratando de elegir entre dos tipos de ramen. Demasiado concentrado en una conversación consigo mismo, JongIn se aseguró de hacer el ruido necesario para no tomarlo por sorpresa.

Aquello funcionó cuando el omega dejó de hablar y lo volteó a ver con una ceja alzada. —¿Eh, hola?

—Hola, ¿quieres ayuda con eso? —señaló ambos paquetes de ramen de distinto color en los manos del omega.

—Uhg, sería fantastico —el omega le extendió ambos paquetes, mostrándole esos ojos de cachorro como la vez de los pepinillos—. Soy alérgico a la harina de trigo, pero no estoy seguro de si alguno de estos lo tiene. No sé chino —alzó los hombros—. Un momento, ¿trabajas aquí, cierto?

—Oh si, me quito el uniforme en la hora de la comida para evitar mancharlo —señaló su camiseta negra—. Es una simple coíncidencia. Ningún paquete tiene harina de trigo.

El omega sonrío, dejando ambos paquetes en el carrito a su lado. —Excelente, llevaré ambos. Gracias...

—JongIn —el alfa le dio una sonrisa divertida—. Si necesitas algo más, estaré aquí para ayudarte.

—Eso suena agradable —el omega asintió—. Me llamo KyungSoo, por cierto.

—¡Por favor! —KyungSoo hizo un puchero, mirandole con esos ojos de cachorro que sabía que no podía resisitir—. ¿No podemos llevar helado de queso?

—No podemos Soo, el doctor dijo que deberías cuidar tu peso en este mes —el alfa tomó un frasco de aceitunas y otro de pepinillos para ponerla en el carrito.

—No es justo —el omega bailó alrededor de él, picoteandolo coquetamente—. Tengo muchas ganas de comerlo y tu hijo también —señaló su estomago, donde una panza de cinco meses podía notarse bajo la ropa.

—Soo, deberías decirle al bebé que aguante un poco, ¿si? —acarició la mejilla de su pareja—. Te prometo que la próxima vez que vayamos al médico, me aseguraré de pedirle que te deje comerlo.

KyungSoo le dio una mirada molesta. —¿Dondé quedó el alfa que me ayudaba en el supermercado y me sonreía todo el tiempo?

—Sigo aquí, pero ahora debo preocuparme también por el bebé.

El omega cambió la expresión, mirandolo con los ojos de cachorro de un principio. —¿Por favor? Solo esta vez.

Maldita sea. JongIn estaba jodido si su cría heredaba la expresión de su omega.

***