La voltereta de una moneda

¡Capítulo 12: El Laurel de Tyche! (XII)

"Mate."

"Una vez más?"

"Una vez más."

Ha pasado una semana desde que volví al campamento, y he pasado todos los días haciendo cosas para orgánicamente aumenta mis habilidades. Es lo correcto, después de todo.

Ahora, desde que he descifrado la fórmula, con un poco de experimentación, Pude construir una rutina diaria que exprimió tantos puntos para tantos de mis grupos de estadísticas como fuera posible mientras me mantenía cuerdo. Algo.

Empiezo todas las mañanas con un par de vueltas alrededor del campamento. No solo las cabañas y el pozo de voleibol, eso sí, sino la totalidad del campamento. Por lo general, voy por la arena de combate, por el pabellón de restaurantes y corto algunos de los campos de fresas. Entonces, lo hago todo de nuevo, más rápido, si es posible.

Mi [DEX] y [VIT] a las estadísticas les encanta, si su fuerte aumento es una indicación. Y, si me inclino a creer que los gritos y silbidos que recibo de la cabaña Afrodita son para mí, el progreso probablemente también se muestre de una manera realmente visible.

Creo que, en general, la ruta es de alrededor de cinco millas. También lo hago en la noche, por un total de veinte millas por día. Normalmente, correr tanto no es exactamente aconsejable, pero una buena noche de sueño cura cualquier efecto físicamente perjudicial que podría haber tenido hombre amo mis poderes.

Después de mi carrera, hago algún tipo de entrenamiento con la cabina de Ares. Los pequeños punks estaban originalmente un poco enojados conmigo por ir de pies a pies con su padre, pero luego se dieron cuenta de las implicaciones de ello.

Montón de ladrillos.

No hace falta decir que les resultó muy difícil negarme a unirme a sus entrenamientos de fuerza después de eso. Clarisse, a regañadientes, me enseñó a usar una lanza, y esa es el arma en la que estoy trabajando actualmente.

Yo diría que va bastante bien. Aprender a luchar con algo más largo que mi espada se sintió extraño al principio, pero luego el beneficio entró en acción, y ahora es tan natural como respirar. En unos días, trataré de ver si puedo colarme en una de esas clases de tiro con arco de Apolo.

De todos modos, Sigo eso con un poco de estimulación mental: generalmente vengo a la cabaña de Annabeth y ella me hace leer un libro realmente complejo o me da conferencias sobre algo mientras trato de no dejarlo mis ojos se vidrieran. Ella afirma que quiere ser profesora algún día, así que nos estamos rascando la espalda con las sesiones.

Sin mencionar que también me gusta pasar tiempo con ella. Ha sido divertido relajarme después de mi búsqueda, y he pasado mucho tiempo acercándome mucho más a personas más cercanas a mi edad, amigos como Annabeth, Connor, y Will- son todos super agradable. Todos los hermanos y hermanas de Annabeth también son súper amables, y están más que dispuestos a ayudar a cualquiera que intente aprender una o dos cosas.

Unos días después de mi rutina, estaba visitando a Annabeth, como siempre, cuando uno de sus hermanos pequeños llamado Malcolm nos seguía molestando para jugar al ajedrez con él.

Annabeth siguió disminuyendo respetuosamente, pero me sentí mal por la pequeña monada, así que dije que jugaría un juego con él.

No soy un gran maestro por ningún tramo de la imaginación, pero me gustaría pensar que tampoco era un holgazán en el ajedrez. Pensé, al menos, que podría mantenerlo entretenido.

Ya ves, Annabeth olvidó mencionar uno crucial aspecto sobre Malcolm. Él tiene esta cosa llamada el Bendición de Atenea que, según Annabeth, básicamente lo convirtió en un genio de buena fe en una cosa al azar.