Carlos estaba más que nervioso, se la había pasado planeando toda la semana donde sería su cita y un día antes encontró el lugar ideal.
*
Era el tan esperado día, Pierre se escontraba en el apartamento de Charles y este estaba de un lado a otro buscando que ponerse.
-¿Qué pasa Charlie, porque estás tan apurado?.- Desde que el francés llego, el ojiverde solo le dijo que saldría.
-Tengo una cita.- Dijo rápidamente.- ¿Esta playera me queda mejor?¿O está camisa?.
Pierre abrió los ojos de más.-¿Qué?.- Dijo incrédulo.-
-¿Con quién?¿En dónde?¿Ahora?.- Pierre empezó a decir pregunta tras pregunta.
-No tengo tiempo para eso.- Dijo desesperado el menor.
Charles finalmente se decidio por un vestuario casual, no sabía donde sería así que escogió un pantalon de mezclilla y una playera blanca, ya estaba listo solo le quedaba esperar a Carlos.
*
Carlos diviso su reloj, eran las 18:00 y luego prosiguió a tocar la puerta del ojiverde.
Charles salió casi de inmediato, el menor puso su mirada en el cuerpo del español, esa playera negra ajustada que llevaba lo distraía.
-¿Nos vamos?.- Dijo Carlos dedicándole una suave sonrisa y sacando a Charles de sus pensamientos.
-Si.- Respondió sonriente.
*
¿A dónde vamos?.- Pregunto curioso Charles. Desde que se subieron al auto de Carlos ninguno había dicho ni una sola palabra.
-Es una sorpresa.
Charles solo le dedico una sonrisa.- ¿Que aremos?.- Intento con otra pregunta.
-No te diré nada, será sorpresa.- Dijo riendo.
Charles se resigno y espero, Carlos condujo por una hora, ya habían dejado la ciudad atrás hace una media hora y ahora todo lo que se miraba era un enorme campo lleno de diversas flores.
-Llegamos.- Dijo el mayor.
El ojiverde miro curioso el lugar, había un pequeño camino que guiaba a una casa y todo estaba lleno de flores muy coloridas.
-Es muy bonito.- El menor seguía apreciando la vista.
-Ven por aquí.- Carlos agarro la mano de Charles y empezaron a caminar por el pequeño camino que estaba iluminado.
Ninguno dijo nada hasta que llegaron al tan esperado lugar. Carlos esperaba que le gustará a Charles.
Una sonrisa se empezó a formar en la cara del ojiverde.- Este lugar es realmente lindo.-
Estaban en la casa de vacaciones del español, en la parte de la terraza, rodeada de puro césped y el atardecer de fondo.
-Me alegra que te haya gustado.- Lo guío hasta una pequeña mesa para que pudieran cenar está estaba decorada con velas y rosas.
-No sabía que te gustaría así que elegí algo relajado.- Dijo Carlos.
-Me encantó.- Dijo sonriente el menor.
Lo que quedaba del atardecer se la pasaron conociéndose y riendo. Hasta que la luna iluminó el cielo y se dispusieron a dar una caminata por el colorido campo.
Llegaron a un tipo sofa que esta amarrado con cuerdas a los lados y que esta levantando del suelo.
-Es una noche muy linda.- Dijo Charles para acercarse un poco a Carlos.
-Lo es.- Carlos poso su mirada en el menor y noto que estaba temblando un poco.-¿Tienes frío?.
-Si.- Desvio su mirada.
Carlos pasó su brazo por la espalda del ojiverde y lo atrajo hacia el.-¿Mejor?.
Charles solo asintió, estaban tan solo a unos centímetros de la cara del otro, la distancia se fue acortando, sus respiraciones ya chocaban pero ninguno se animaba a dar el siguiente paso, hasta que Charles poso sus manos en el cuello de Carlos y lo atrajo hacia el dándole un suave beso.
Sin duda había sido una noche especial.
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Los lugares:
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