Solo busco un camino donde no pueda perderme; solo busco liberarme de aquello que deje atrás, de aquella sonrisa que solo me transmite paz.
Solo... quiero un lugar de tu vida
Ella una niña tímida, una flor marchita que a la vez busca volver a la vid...
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Shaoran
Los meses continuaron pasando. Uno tras del otro y ya estábamos a mitad de año. El verano estaba atacando con fuerza, aunque los fuertes vientos del otoño se aproximan.
Que se acabe el año rápidamente
Ahora parezco un loco, con pensamientos deprimentes, carajo, ya hasta me parezco a mi prima y hablando del rey de roma.
No aprenden; Meiling y Eriol continúan en su juego de seducción, y después se viene el “yo no quería, lo siento”. Hasta que esa ojivioleta no los pille, no estarán contentos. Continúe mi caminar. No quiero escucharla gemir y menos con mi mejor amigos.
Luego vendrán sus quejas.
Paso por varios pasillos hasta llegar… —¡Que carajos está pasando aquí! —murmure para mi, me escondo detrás de los muros, esto no esta bien, miré a la belleza de novio que tiene Sakura
Ya veo por qué Eriol lo mira mal. Ya lo debió de pillar y la novia ni por enteradas. Un par de videos por el colegio no me caería mal
Espera
¿Por qué me estoy comportando así? Será que yo…
—No lo puedo creer —ella estaba con su traje de gimnasta, creo que no se ha dado cuenta de que yo estoy aquí. Tapa su boca y… estaba enojada
Bueno, llevan seis meses, es poco para que ella.
No deje qué ella mirara más. Salí de mi escondite ya que aquella mujer ya estaba comenzando a gemir, no era prudente que esto continuará pasando y que Sakura escuchara, no me importa esta situación, así que… ella se asombra al verme, la tome de la mano y salimos de allí. No dijimos nada, simplemente la subí a mi moto y conduje a la dirección que ella me había apuntado.
Se nota que tiene un nudo en la garganta. ¿Así de doloroso puede llegar a ser? Pero…
Seis meses no son nada. Por que ella…
—¡Quédate!
—No nena, no me gusta lidiar con esto. Gracias.
—Y quien dijo que vas a lidiar con esto. No me pasa nada, simplemente… ya pasó.
—¿A quién quieres engañar? ¿A ti o a mi?
—¡Shaoran! —bufé, negué y salí de mi auto que más daba, solo es acompañarla.
Ingresamos a su casa lujosa. No es una mansión pero siempre es grande y muy hogareña. Me agrada este ambiente.
—Sakura, hija has vuelto.
—Estoy en casa papa y traje un amigo. —este me mira, le saludo por educación y me sonríe a la par.
—Por fin un amigo. Espero que cuides de mi pequeña.
—Papá —y ella me tomó de la mano como yo lo hice hace unos momentos, como escapando de su agradable padre.
Yo quiero uno así.
La seguí hasta llegar a un quiosco que tienen en su jardín, la alberca es grande y llena de piedras. Se ve que la señora de la casa cuida cada detalle de esta.
El cuidado y la esencia es estupendo.
—Aquí —me indica las hamacas. Ella continúa tomada de la mano conmigo, no me disgusta, am contrario me agrada, pero…
Me soltó, bueno que más da
Nos acostamos cada uno en una, ella del lado derecho y yo del izquierdo con el fin de vernos frente a frente.
—Ahora te vez guapo. —cambia el tema
—¿Y ahora por que el cambio, cerezo?
—Por qué lo he notado, ya no consumes tanto
—¿Y quien lo dice, tú?
—Si, lo digo yo, y con eso basta —me guiña un ojo, ambos reímos y hablamos un poco de los dos
Lo difícil que ha sido adaptarse a este nuevo mundo. La pérdida de su madre, cosa que me conmovió. Su madre los abandono.
En donde cabe tanta maldad. Ella si debió ser la mujer de papá, son iguales de crueles y descarados.
Así es el mundo de cruel.
Me contó sobre su relación, ella solo se sintió afligida por que desde hace unos días le quería terminar, pero no quería de este modo, por que sería humillada y eso es lo que no quiere.
Sus sentimientos estaban en alguien más. Cosa que me enfureció.
—Bueno Shaoran. Espero que este chico guapo continúe en las mismas —me sonríe —, gracias por pasar el día conmigo. Quería respirar y hablar con alguien que no fuera Meiling. Tomoyo anda perdida y extraña
Si, yo creo que ella ya lo intuyo. Nada estaba bien.
—Tu amigo esta frito y me tendré que partir en dos.
—Te apoyaré —ella se levanta y me tiende su mano, caminamos por el gran jardín, hasta llegar donde estaban mi auto. —, fue un placer conocerte una parte de ti. Ojalá continuemos así.
Y sin pensarlo, me apodere de sus labios. Esta vez ambos cerramos nuestros ojos. Esta vez disfrute de este beso.
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