capítulo 3

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Lo bueno de sonreír, es brillar para otras personas. Cambiar un poco tus pensamientos, hacen que la existencia sea un poco más… Agradable
                               

 Cambiar un poco tus pensamientos, hacen que la existencia sea un poco más… Agradable                                

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Shaoran

La reunión de Meiling seguía su curso; ya eran las cuatro de la madrugada, pero nadie pensó en aquella hora. Es más, no nos dimos cuenta de lo tarde que ya era, creo que eso fue lo de menos.

Todos seguían bailando y disfrutando de todas las cosas que Meiling sacaba, hasta que ella saco una bolsa dorada. Aquella bolsa todos la conocíamos, menos la chica nueva, ella tenía sus pies dentro de la piscina, solo seguía bebiendo cerveza y riendo con Kurosaki.

Por que le caigo tan mal a esa vieja, si Kurosaki es peor que yo.

Eriol, Yamazaki y yo estábamos jugando cartas mientras nuestras cabezas se movían al son de la música. Bebimos tequila y continuamos bebiendo cerveza, Meiling se acerca a nosotros y deja encima de la mesa muchos implementos de los que mis amigos quedan maravillados.

—Tómenlo con calma.

—Que calma, ni que ocho cuarto, la noche es joven

—Malditos drogadictos —susurro, ellos ríen

—¿Que pasa? Tu no eres así —exclamo con sorna  Yamazaki

—Él es peor, ¡no se contiene! —se burla Eriol. Ellos dos comienzan a reír. De rabia cogí la bolsa de perico e inhale aquel polvo blanco.

Ambos gritan eufóricos y la fiesta continuó.

Mientras todos estaban en su mundo. La volví a mirar, ella estaba hablando ahora con Meiling. Ambas ríen.

¿De que tanto hablaran?

Negué varias veces. Ya parezco chica chismosa, me centre en lo mío, continúe inhalando, y por razones inexplicables mis pies ya caminaban directo a la orilla de la piscina, Meiling me mira con una ceja arriba, simplemente la ignore y me hice al lado de la chica nueva.

Esta deja de mirar a Meiling y me mira borrando su estúpida sonrisa.

—Así te vez mejor, no estas siendo falsa

—Jamás lo he sido. Simplemente soy cortes con los que me nace serlo, pero, tu.. no lo puedo ser, eres muy grotesco

Ella me mira ladeando su cabeza de lado a lado. Ríe divertida. Fruncí mi ceño

Se acerca un poco a mi —, si supieras que esto hace que te veas menos atractivo —mojo su dedo en la piscina y limpio mi nariz como un pequeño niño.

Gire mi cara para otro lado. El calor sube amis mejillas  y no fue producto de todo lo que consumí, era vergüenza, por lo que ella hizo y por lo que dijo.

¿Dejo de ser atractivo por eso?

—Miralo, miralo, quien iba a imaginar que mi querido primo Li Xiao lang se iba a poner así por una chica

—Cállate, maldición

Kinomoto ríe nuevamente. Aquella risa era muy sincera así lo sentí. No finge así que, no pude evitar sonreír. Pero al instante borre esa sonrisa ya qué, la fastidiosa de Meiling me mira con picardía, imagina un cierre en sus labios y los calla. Así está mejor  o sino en estos instante la ahogo en su propia casa.

Al rato el resto de los chicos se sentaron en la piscina

—Ya casi sale el sol, vamos a presenciar el amanecer, mis pequeñas gárgolas —bramó Eriol. Todos se concentran mirando el cielo. O por lo menos mis ojos miran a Kinomoto cada vez que podía, no puedo negar que es atractiva. Su Jean ya estaba húmedo hasta las rodillas, era algo que a ella poco le importo poco. Al contrario de su prima, qué estaba fatal al lado de Eriol. Pronto desaparecerán, siempre es así.

Esa mujer me intriga, que pasa con ella.

—Miren que lindo —exclamo Kinomoto y me mira —, ¿y tu que piensas?

Mire al frente y sonríe de lado —Pienso que es igual de lindo que tu

Y los silbidos se hicieron presentes. Pues hable en voz alta y todos escucharon. Bufé y contemple en amanecer, era la realidad, ¿por que no decirla?

Ya no me es indiferente esa chica, tengo mucha curiosidad por ella. Y yo las puedo tener a todas, no me importa lo que ella piense, será mía.

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