Capitulo 21 Temporada 1

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Voz: (con malicia) Espera aiden, sería demaciado fácil matarlos asi de fácil....... Que tal si esperas para ver con que hacerlos sufrir.

Aiden, con la idea de esperar y encontrar una forma de hacer sufrir a sus padres, decidió alquilar una habitación para pasar la noche.

Después de instalarse en su alojamiento temporal, sintió que necesitaba un respiro. Así que se dirigió a un bar cercano para comer y beber algo. Al entrar al bar, Aiden notó que todos los presentes lo miraban de manera inusual.

Era raro ver a un humano en un lugar destinado principalmente a monstruos y híbridos. Pero la mirada desafiante de uno de los monstruos destacó entre todas las demás.

Monstruo: (desafiante) Oye, humano, este lugar es para monstruos y híbridos. No sé qué haces aquí.

Aiden, sin inmutarse, decidió revelar sus cuernos ocultos debajo de la capucha y respondió con voz firme.

Aiden: (mostrando sus cuernos) ¿Crees que llevo esto de decoración? No estoy aquí para causar problemas.

El monstruo que lo había desafiado se quedó boquiabierto por un momento y luego se disculpó apresuradamente.

Monstruo: (apenado) Lo siento, no tenía idea. Bienvenido al bar, disfruta de tu estadía.

Aiden asintió y se dirigió a una mesa en un rincón del bar. Mientras disfrutaba de su comida y bebida, se dio cuenta de que las miradas curiosas y curiosas aún lo rodeaban, pero al menos nadie más se acercó para cuestionar su presencia.

Mientras estaba sentado en silencio, la voz en su cabeza rompió el silencio.

Voz: ¿Cómo te sientes estando rodeado de monstruos y híbridos, Aiden?

Aiden: (suspirando) No es diferente a estar rodeado de humanos. Todos parecen mirarme como si fuera un error.

Voz: (con curiosidad) ¿Alguna vez te has sentido aceptado en alguna parte?

Aiden reflexionó sobre la pregunta. Durante toda su vida, nunca había sentido que encajara en ningún lugar, ya fuera con humanos o monstruos. Siempre había sido un paria, un error que nadie quería.

Aiden: (tristemente) No, nunca me he sentido aceptado en ningún lugar. Siempre he sido un extraño, un error que nadie quería..... Ella y mi fiel amigo eran los únicos que me entendían.

La voz en su cabeza permaneció en silencio, permitiéndole reflexionar sobre sus experiencias y sentimientos. Aiden sabía que su camino hacia la venganza sería solitario y oscuro, pero era lo único que le quedaba en ese momento.

Después de terminar su comida y su bebida, Aiden se levantó de la mesa y salió del bar. La noche estaba tranquila y oscura, y el futuro seguía siendo incierto.

Pero una cosa estaba clara en su mente: seguiría buscando la forma perfecta de hacer que sus padres sufrieran por el dolor que le habían causado.

Aiden caminaba por las desiertas calles de aquel pequeño pueblo, sumido en sus pensamientos y emociones turbulentas. Decidió adentrarse en un parque cercano, donde los columpios solían ser un refugio de su infancia.

Se sentó en uno de ellos y, mientras se mecía suavemente hacia adelante y hacia atrás, recordó los días en que era solo un niño, llorando en ese mismo lugar.

La mirada de Aiden estaba llena de rabia contenida.

Recordaba cómo solía ser un niño inocente y soñador, con la esperanza de que sus padres finalmente vendrían por él. Pero ahora, esos recuerdos solo le recordaban cuánto había sufrido y cómo lo habían abandonado.

La herida en su corazón nunca se había curado por completo, y la búsqueda de venganza era su única forma de lidiar con ella. Aiden miró hacia arriba, hacia la luna que se alzaba en el cielo nocturno. Era un recordatorio constante de lo solo que se sentía en el mundo, un mundo donde no parecía encajar en ningún lugar. Pero también era un recordatorio de que, a pesar de todas las adversidades, todavía estaba vivo y luchando. Finalmente, Aiden decidió abandonar el parque y regresar a su cuarto de alquiler.

La oscuridad de la noche lo envolvió mientras caminaba por las calles vacías. Sus pensamientos oscuros lo acompañaban, y la voz en su cabeza, que alguna vez había protestado y luego permanecido en silencio, estaba más presente que nunca.

Voz: (con frialdad) ¿Qué estás haciendo aquí, Aiden? ¿Sigues esperando que alguien te salve?

Aiden no respondió de inmediato. En cambio, siguió caminando, con la mirada fija en el suelo.

Aiden: (con determinación) Ya no estoy esperando a nadie. No necesito que nadie me salve. Voy a tomar el control de mi destino y hacer que todos paguen por lo que me han hecho.

La voz en su cabeza, aunque inmutable, pareció satisfecha con esa respuesta. Sabía que Aiden había cruzado un umbral en su búsqueda de venganza, que ya no había vuelta atrás.

Su corazón estaba lleno de odio y su mente estaba decidida a causar sufrimiento a aquellos que lo habían abandonado.

Cuando Aiden finalmente llegó a su cuarto de alquiler, se sintió agotado física y emocionalmente. Se recostó en la cama y cerró los ojos, pero sabía que el descanso no sería fácil de encontrar. La noche se extendía ante él, llena de oscuridad y promesas de venganza.

𝐋𝐨𝐯𝐞𝐝𝐭𝐚𝐥𝐞: 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐧𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐃𝐞 𝐀𝐢𝐝𝐞𝐧 [Dark] [Genocida] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora