Tengo miedo a olvidarte.
Y mira que te pienso a diario...
Tengo miedo a olvidar tu voz, esa que resonaba con firmeza cuando dabas un consejo y con ternura cuando decías "te quiero".
Tengo miedo a olvidar tu aroma, ese que sin importar cuánto tiempo pase, sigue ahí, escondido en alguna prenda, en algún rincón de la casa, en algún abrazo imaginario.
Tengo miedo a olvidar tus chistes malos, esos que siempre venían con esa cara de loco, esperando la risa que nunca llegaba... pero que ahora daría lo que fuera por volver a escuchar.
Tengo miedo a olvidar tus enseñanzas, tu forma de ver la vida, tu amor por Dios.
Tengo miedo a que el tiempo haga su trabajo cruel y, sin darme cuenta, borre detalles de ti que hoy parecen imborrables.
Tengo miedo de que mis hijos nunca sepan realmente quién fuiste.
Cuando era niño, tenía miedo de parecerme a ti.
En mi adolescencia, hice todo lo posible por tomar el camino más diferente, el más lejano a parecerme a ti. Como todo puberto, me fastidiaba cuando algún familiar me decía que cada vez me veía más como tú.
No físicamente.
Sino en la forma de ser.
Hoy, en cambio...
Hoy me brota una sonrisa cuando me lo dicen.
Cuando alguien suelta un "Igualito a tu papá", cuando me dicen "La manzana no cae lejos del árbol", cuando escucho "Hijo de tigre, pintito", siento que, de alguna forma, sigues aquí.
Y ya sé lo que estarías pensando: "¿Ahora sí, verdad?"
Sí... y no.
Porque no es solo por tu ausencia.
Es por los años. Por la madurez. Por entender lo que antes no entendía.
Recuerdo que cuando aún estabas aquí, en una plática a solas, le dije a mi novia:
"Yo solo espero ser la mitad del hombre que es mi 'apá'."
Porque eso eras. Un hombre admirable.
Un hombre al que la gente quería, respetaba, al que le abrían las puertas de su casa sin pensarlo.
Y yo quiero eso.
Quiero que mis hijos tengan ese privilegio.
Que lleguen a un lugar y alguien les diga:
"Tu papá dejó huella aquí."
"Tu papá fue una gran persona."
"Tu papá me cambió la vida."
Pero...
¿Qué pasa si el tiempo me gana?
¿Qué pasa si, sin darme cuenta, te voy olvidando?
¿Qué pasa si no soy capaz de heredarles a mis hijos tu esencia?
Ese es mi verdadero miedo.
Por eso, cada vez que alguien ve un destello de ti en mí, me alegra el día.
Porque eso significa que sigues vivo en mí.
Porque eso significa que no te he olvidado.
Porque eso significa que, en lugar de alejarte, estás más presente que nunca.

ESTÁS LEYENDO
Abrumado
DuchoweDespierto a las 6:45 todos los días, justamente cinco minutos antes de que suene mi alarma. ¿Por qué me desperté? Me siento robado por mi mismo, cinco minutos menos de sueño, cinco minutos más despierto. Resignado me levanto a descargar todos los lí...