9. la ceremonia

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—...el capitolio está al pendiente de todo lo que ocurre aquí, en el distrito 12, y por eso han enviado a una nueva presidenta. —habla el jefe de los agentes de la Paz y me deja hablar a mí.

Toda la gente que vive en el distrito 12 han sido obligados a asistir. Subo al escenario y me coloco tras el micrófono. Los agentes de la Paz están atentos ante cualquier problema o amenaza de la ciudadanía.

—soy Nia, seguramente me conocéis... gané los 9° juegos del hambre y ahora estoy aquí como vuestra presidenta. Voy a poner orden y fin a las disputas, aceptaré propuestas de todos vosotros siempre y cuando sean para mejorar la calidad de vida. Hoy a las 7pm daremos pan a todas las familias por igual, sin importar el dinero que tengan... Gracias.

Todos aplauden.

Anoche planeé como tener una revolución en el 12... así las familias tendrán una mejor vida pero poco a poco, así no llamará tanto la atención al capitolio. Obviamente el proyecto del pan lo haré gracias a Gaul, que pagó y envió el pan necesario, si los ciudadanos me tienen confianza habran menos problemas y será más fácil que obedezcan al capitolio.

O eso me dijo Gaul hace unos meses.

[...]

Busco a Coriolanus en la gran habitación de los agentes de la Paz. Todos duermen en literas en un gran almacén y sus pertenencias las guardan en baúles.

—¿necesitas algo? —me dice un hombre.

—busco al agente Coriolanus Snow.

Él me acompaña y se vuelve a ir.

—hola Nia —me saluda Coriolanus, no lleva camiseta y está sentado en la cama sin hacer nada, sólo viendo el ambiente entre el resto de agentes.

—ven.

—tengo entrenamiento.

—te lo ordena la alcaldesa.

Le guiño un ojo y nos dirigimos al campo de lavandas mientras se pone la camisetas y la chaqueta.

—¿Qué necesita de mí la alcaldesa? —bromea.

—he leído el diario.

Él solo me mira, no sabe que decir y yo tampoco así que solo hago lo primero que se me pasa por la cabeza.

Le beso.

Cuando nos separamos él me vuelve a besar pero esta vez él me agarra de la cintura.

—yo también te quiero —es lo único que logro decir.

El resto de la mañana la pasamos sentados en la hierba hablando. Él está sentado y yo tumbada en sus piernas mientras juega con mis manos.

—Coriolanus Snow...

—¿Sí?

—¿puedo ser tu novia?

—¡sí!

Hace el intento de volver a besarme pero escuchamos un ruido entre los arbustos y decidimos volver con el resto.

Lavandas Y Rosas (the hunger games)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora