-Señor Mizu- - Murmuró entre el beso Nana, quien retrocedió poco a poco hasta caer en la cama.
- Shh, no queremos que se enteren ¿O si? - Demandó la chica de cabellos negros y ojos azules, quien llevaba cazando a Nana desde que entraron a la habitación.
Se abalanzó sobre ella otra vez, y siguieron con el beso desenfrenado y apasionado, se peleaban por compartir sus lenguas y saliva entre sí, a la vez que la desnudaba completamente, teniendola indefensa a sus ojos. Nana escabulló su mano por el kimono de Mizu, pero esta la tomó rápidamente, para evitar que descubriera su pequeño secreto.
- Nu-uh, aún no.- Canturreó Mizu.
-No es justo, yo quiero tocarte también.- Chilló Nana, haciendo un puchero.
- Sé paciente y déjame hacer mi trabajo primero.- Entonces, se quitó sus lentes y los tiró a un lado de la habitación.
Volvió a dejar besos humedos en sus labios, los cuáles fueron descendiendo hasta su cuello, sus senos, su abdomen y por último su monte Venus, miró a Nana, quien se veía asustada, pero luego le dió un asentimiento para que siguiera, Mizu puso su cara entre los muslos de la chica y hundió sus labios sobre el clítoris de la chica, succionandolo con lascivia, inmediatamente Nana comenzó a hacer ruido, gimiendo y exhalando de placer, dos dedos se colaron por su vagina húmeda y chapoteante, moviéndose dentro de ella en Vaivén, se escurrían los jugos femeninos por su barbilla y manos, dejando sus labios mojados mientras hacía su trabajo, se separó de su clítoris para ver la cara de su amada, toda roja.
-¿Te gusta?-Preguntó, haciendo los movimientos más rápidos.
- Si.. Mierda. - Nana inmediatamente cerró sus ojos, avergonzada.
- ¿Recuerdas que te prometí encontrarte en un futuro? ¿Recuerdas cuando prometiste casarte conmigo?- Aún más descarada, dejó un mordisco en sus muslos interiores, haciendo que la chica se estremeciera.
-¡Ah! ¡Si! - Una mano tapó sus gemidos, al abrir sus ojos se encontró con los azulados del chico, quien con solamente dos dedos la estaba haciendo ver el paraíso.
-Hey, te dije que no hicieras tanto ruido. - Dijo entre risas el samurai.
Su cuerpo se retorcía como un gusano ante tanto placer, Mizu quitó su mano para intercambiarla con la que estaba dándole estocadas, entrando facilmente unos tres dedos delgados y largos, expandían su cavidad como si fuera una goma de mascar. Se acercó a su clítoris para seguir lamiendo la punta y llenarla de saliva, a la vez que sus dedos se veían más apretujados y atrapados por las contracciones que daba Nana, cada vez más cerca al climax.
- Puedo sentir cómo te vuelves loca allí abajo.- Balbuceó Mizu, haciendo más profundas las embestidas con sus dedos.
Su pelvis se contraía cada vez más, la lengua de Mizu sobre toda su vagina la volvía loca, sentía como si fuera a explotar ahora mismo, y entonces..
En construcción y edición.
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Let The Light In | Blue Eye Samurai
FanfictionMizu Y Nana son cercanas desde una temprana edad, al punto de conocer de pies a cabeza el alma de la otra, lo que Nana no sabe, es que Mizu es una mujer. Tras perder lo único que la valoraba de verdad en este universo, Mizu planea vengarse de esa pe...