Lunes
Este es mi primer día en la empresa y admito que estoy un poco nerviosa, la noche anterior me costó un poco conciliar el sueño al enterarme de que Isabella Santoro sería mi jefa
Es una locura que una chica tan joven será mi superior, ahora que lo pienso Isabella se ve mucho más joven
"Aún así sigue siendo una niña" me recuerdo
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Llegó a la empresa con media hora de anticipación para evitar algún contratiempo, estacionó mi auto en la parte más alejada de los dueños porque seguro mi auto parece muy viejo en comparación a los que usan todos por acá.
"No importa, este bebé ha soportado muchas tormentas" le doy una palmaditas al capó y camino con seguridad
Puedo ver a lo lejos a Isabella y Maite conversando sobre algo, no puedo escuchar nada de lo que dicen pero por su lenguaje corporal se nota que es una discusión
"Más bien un regaño de parte de Maite" toma el rostro de su hija y lo sacude un poco
"¿Es mi idea o eso no es para nada cariñoso?"
Maite se retira dando un leve empujón, a la chica quien acaricia su rostro algo resignada
Se queda de pie sin hacer otro movimiento, cuando logro acercarme la escucho hablar de nuevo en italiano quejándose de su madre.
—¿Entras?— intento con todas mis fuerza que mis palabras no la sorprendan y fracaso. Ella da un salto hacia un lado— ¿Isabella?— la llamo preocupada por su reacción
Por segunda vez se quedó en blanco y eso me provocó una risa que no pude evitar. No tenía idea de lo nerviosa que resultaría ser la pequeña Isabella, se veía muy tierna con sus ojos negros muy abiertos
—Buenos días— saluda en un intento de soñar seria y formal — En unos minutos entro yo...estoy esperando
"¿Esperando? ¿A quien?"
Me pregunto si algo le ha molestado o porque de pronto actuaba de esa manera tan extraña
"Esta chica" la miro atenta y noto algo raro en su rostro
La observo mas allá de lo que se considera educado y permitido para dos colegas, sus mejillas están un tanto maltratadas con pequeños cortes unos mas profundos que otros
"¿Marcas de uñas?"
Inspecciono brevemente su rostro, tenía ojeras bajo sus ojos y estos están algo inflamados seguramente como el resultado de algún llanto.
Siento como mi corazón se hunde al percatarme que efectivamente su rostro ha sido maltratado, no logro imaginar una escena donde la pequeña Isabella termine con golpes
"¿Fue su pareja, alguna pelea grave?"
"¿Quien pudo atreverse?"
"¿Acaso fue Maite?
—¿Te encuentras bien?— fue mi simple pregunta pero queriendo saber algo más
—Yo... eh— como siempre empezó a ponerse ansiosa y a temblar
"¿Por qué tiembla tanto?"
Se que no responderá a mis preguntas y tengo miedo que le dé un ataque así que decido ayudarla con su apuro
