Entro al lugar mal vestida, despeinada en plena madrugada para encontrarme con unos oficiales pasados de peso hablando sobre algún caso que no me interesa.
—Buenas noches— o como se diga esta hora— Estoy buscando a Isabella Santoro— me miran como si acabo de decir que busco al papa
—Señorita— me mira de pies a cabeza acomodando su cinturón— Creo que no tenemos a nadie con ese nombre tan sofisticado
"Ese imbecil"
—Recibí una llamada hace unos minutos que me informaban sobre un problema del cual no estoy muy informada señor oficial— si comienzo a alagarlo seguro me ayuda— Así que maneje hasta aquí en plena madruga para saber que ocurrió
El sonríe satisfecho y se para erguido dejando ver lo ajustado que le queda ese uniforme en cualquier momento le saca un ojo a alguien con unos de esos botones
—¿Señorita?
—Sofía
—Señorita Sofía— mi nombre suena sucio en su boca— Me temo que esos asuntos no son en esta delegación, aquí no hay gente tan importante únicamente peleas callejeras, robos y pelea de prostitutas
"¿Pelea de prostitutas?"
—Comprendo— estoy perdiendo la paciencia con este hombre— Bueno, podría averiguar si entre todo ese selecto grupo de personas hay alguien que se llame Isabella Santoro
Él sonríe fingiendo amabilidad y yo estoy a punto de borrarle esa sonrisa horrible de su cara. Llama a través de su radio y por fin hace su trabajo. No entiendo como Isabella termino en un lugar como este tan lejos de su casa y tan lejos de su mundo
—Que suerte— dice el hombre— Tenemos a una chica con ese nombre acusada de violencia
—¿Violencia?
—Me temo que si, no creo que sea a la chica que busca
"¡Solo déjame pasar imbecil!"
—¿Donde está?— me señala uno de los pasillos. Al pasar a su lado intenta tocar mi hombro y me aparta antes que pueda hacerlo— Gracias
Recorro el pasillo donde hay unas oficinas ocupadas por oficiales durmiendo sobre sus escritorios
"La vida laboral es cruel para algunos" ruedo los ojos al verlos
—Buenas noches— saludo a un hombre que está al final del pasillo— Estoy buscando a una chica
—Buenas noches— el sonríe sin ninguna doble intención— ¿Cual es su nombre?
—Sofía— el asiente y me pide que lo acompañe
—Ella esta ahí dentro— señala otro pasillo más corto llenos de celdas— La dejaran salir si paga la fianza— me mira apenado y se retira
—Muchas gracias— respiro esperando que Isabella no esté ahí dentro
Recorro el pasillo y no logro verla, solo hay chicas mirándome con curiosidad y una que otra dormida en el piso del lugar.
El lugar se siente muy frío o quizás yo no estoy bien vestida. Al llegar a la última celda puedo verla rodeada de unas 7 mujeres que hablan muy tranquilas como si estuvieran en un café y no en una celda
Isabella resalta entre ellas
"Ella siempre resalta en cualquier lugar"
—¿Isabella?— la llamo y ella salga emocionada al verme
Su aspecto es un desastre, lleva restos de labial en su camisa blanca, nunca la he visto con las mangas hacia arriba o con la camisa fuera de su pantalón, su cabello desaliñado, está sin zapatos
