La sensación de paz y felicidad no abandonan mi cuerpo desde que salí de casa ver a mi abuela y a Mía me recargo con una energía difícil de sacar, incluso siento como mi cuerpo está menos delgado y maltratado. En estas semanas he dormido muy bien y sin el miedo constante de ver a mi madre en mi habitación
"No me esperes a cenar" es el corto texto de que me envía Lillie
"Ok, cuídate" me deja en visto, hermanos menores
Esta mañana tendremos prueba de vestuario para la campaña de perfumes, Mía vendrá tarde al trabajo así que debo hacerlo con Sofía
Ahora que lo recuerdo, Sofía está un poco cabizbaja últimamente es como si desde que mamá no está ella se ha vuelto más callada a veces me da la sensación de que la extraña
¡Puf! Una amistad demasiado extraña
—Buen día— saludo al guardia del estacionamiento— ¿Como esta?
—Buen día señorita Santoro— se levanta su gorra para saludarme— Muy bien Gracias por preguntar
Le sonrio a modo de despedida y entro al elevador. Es muy temprano aún no creo encontrarme a muchos trabajadores solo a los encargados de la limpieza.
Al salir del elevador los saludo preguntado por sus familias y su día, todos parecen muy felices hoy. Me dirijo a mi oficina a esperar que llegue la estilista y Sofía
—Isabella— la inconfundible voz de Sofía me detiene antes de entrar a mi oficina. Me giro a mirarla y debo tomarme un tiempo para admirarla
Hoy viste de blanco, debo decir que ese color le queda de maravilla. Su cabello está amarrado en una coleta baja y lleva poco maquillaje.
"Se ve hermosa". Sonrió en respuesta a su saludo, esta vez no quiero alejarme, no quiero poner la barrera que mi madre ha obligado durante todos estos años
—Buen día Sofía— me acerco para besar su mejilla ¿por qué? No tengo idea— Este día te ves muy bien... el blanco es tu color— alago
Ella está muy quieta mirándome como si de pronto me ha salido un tercer ojo. No se mueve ni responde a mi acción
Toda la seguridad se va al diablo, ahora no puedo mirarla a los ojos por vergüenza a lo que hice
—Eh,
—Muchas gracias Isabella— ahora es ella quien se acerca a besar mi mejilla, a diferencia de mi ella se tarda un poco más, su aroma a rosas invade mi fosas nasales haciendo que por instinto inhale su perfume— La estilista aún no llega... me preguntaba si... ¿quieres desayunar?
¿Ella se puso nerviosa? Está frente a mi sonrojada y mirando a cualquier lado. Es muy gracioso verla en esa pose ¿desde cuando se invirtieron los papeles?
En cuanto a su invitación no debo aceptarla, tengo muy en claro el porque no debo aceptar nada que venga de otra mujer y menos hacerme su amiga
Pero... es Sofía la amiga de mi madre
"No aceptes, no debes"
—Acepto— si mi instinto de supervivencia no es el mejor— Dame unos minutos para dejar esto en mi oficina y nos vamos
—Claro— intento no parecer desesperada al caminar seguí con normalidad y al cerrar la puerta casi grito
"¡Sofía me invitó a desayunar!"
Al salir ella sigue esperándome y al verme me sonríe, siento una calidez extraña en mi pecho cada que ella me sonríe o me habla.
Bajamos hasta la cafetería de la empresa porque no podemos ir más lejos debido a la cita que es en media hora. Así que un café aquí bastará