"Sofia"
Me despierto sobresaltada por quinta vez en la semana, desde ese día no se porque sueño a diario con Isabella; sueño con su voz y la forma en que pronuncia mi nombre me hace sentir enferma
"Eres una mujer adulta no una adolescente" me recuerdo dándome un poco de viento con las manos, debo intentar dormir o Emma me matará si llego tarde al desayuno.
"Sofía"
Abro los ojos con mucho pesar ahora no necesito de una alarma para estar lista, ahora si voz me saca de cualquier sueño y me mantiene alerta. Salgo de la cama para empezar a prepararme y desayunar con mi hermana
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— Vaya cara— es su saludo— Tengo teorías locas sobre tu falta de sueño hermanita
La miro con fastidio hoy no es un buen día para soportar sus chistes y su sarcasmo
—Buenos días Emma— saludo mirando el menú del restaurante— ¿Ordenamos?— murmura algo que decido ignorar porque no quiero discutir en medio de un restaurante por la mañana
"Deja el mal humor" me regaño. Nadie tiene la culpa de mis hormonas descontroladas y mi poco profesionalismo
—No se si quieras oírlo hermanita— comienza captando mi atención— Tu jefa está entrando— lo que me faltaba, encontrármela
La he evitado desde aquel día en su oficina a pesar que debemos trabajar juntas más horas evito mirarla o conversar con ella, siento culpa de lo que ha pasado
Siento como si le falte al respeto al confundir aquel todo apurado con un tono más íntimo. Isabella no tiene la culpa de mis preferencias y seguro al enterarse se asusta.
No estoy segura si ella me atrae o no, solo puedo reconocer que ese día en su oficina deseaba besarla, deseaba poder acercarla a mi y quitarle esa cara de sorprendida que tenía, pero la asuste
Con mi cercanía y con mi impulso, fue muy claro ella me tuvo miedo por eso me alejé y la he evitado desde ese día hasta ahora.
—¡Aterriza!— susurra Emma dando un discreto golpe en la mesa— Ella viene hacia acá— respiro hondo y espero el saludo
—Buenos días— saluda con suavidad— Que gustó verlas— extiende la mano saludando a mi hermana, quien está encantada ante la presentación
Se saludan y luego me saluda a mi, me regala una sonrisa y mi corazón se acelera
Es la primera vez que lleva el cabello suelto y al natural, se puede ver sus ondas y algunos mechones fuera de lugar. Ahora si parece alguien de su edad y no una mujer de oficina como intenta aparentar
"Una chica de su edad" claro, una chica 4 años menor
—Un gustó saludarlas, me retiro— se despide sonriendo y vuelve a su mesa con una chica
"¿Quien es esa chica?" Está de espaldas y no puedo reconocerla
Isabella se da cuenta que la estoy viendo y sonríe una vez más
"Tiene una sonrisa hermosa"
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—Sofía
