1° EL Comienzo T1

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En otro universo

Bajo la sombra protectora de un anciano árbol, Fran se sentó, sus pensamientos más oscuros tejidos en las ramas del pasado. La paz reinaba en el mundo, pero en su corazón, solo encontraba el eco del rechazo que lo perseguía como una sombra inclemente.

El susurro del viento entre las hojas mecía la melancolía que envolvía a Fran. Sus ojos, perdidos en el horizonte, reflejaban una tristeza profunda. A su alrededor, el ambiente pacífico parecía un cruel contraste con la tormenta interior que lo atormentaba.

Fran: (murmurando para sí mismo) Sarik, con sus dones mágicos, es la favorita de todos. Yo, en cambio, soy solo un recuerdo borroso en sus mentes.

La figura de Sarik, su hermana menor, danzaba en su mente como una sombra omnipresente. Los recuerdos de momentos en los que él había sido eclipsado por la brillantez de sus habilidades mágicas llenaban sus pensamientos.

Fran: (frunciendo el ceño) ¿Por qué siempre tiene que ser ella la que destaque?

De repente, la voz aguda de Sarik resonó desde la distancia.

Sarik: (desde lejos) ¡Fran, no puedes seguir así! Siempre te quedas atrás.

Esas palabras eran como espinas clavándose en el corazón de Fran.

Fran: (levantándose) ¿Por qué siempre tiene que ser así?

En ese momento, la figura esbelta de Sarik se materializó frente a él, el destello de superioridad en sus ojos.

Sarik: (con desdén) Si tan solo te esforzaras un poco más, Fran. Pero siempre te quedas en las sombras.

Fran se puso de pie, enfrentando la mirada penetrante de su hermana.

Fran: (desafiante) No necesito tus consejos. No eres la única con poder.

Sarik rió con desdén, una risa que resonó en el tranquilo entorno.

Sarik: (burlona) Tus intentos son patéticos. Nadie te ve. Nadie te necesita.

Fran apretó los puños, sintiendo la ira brotar como lava ardiente en su interior.

Fran: (gritando) ¡No saben lo que soy capaz de hacer!

Sarik, con una sonrisa burlona, desapareció en una ráfaga de luz mágica, dejando a Fran solo con sus pensamientos tumultuosos.

Fran: (resuelto) Debo demostrarles que no soy débil.

La tarde avanzaba, pero Fran permaneció bajo el árbol, forjando en su mente un plan para reclamar la atención que tanto anhelaba. La oscuridad se cernía sobre su alma, y en esa sombra, nacía un propósito malévolo que cambiaría su destino y el de todos a su alrededor.

Decidido a cambiar su destino, Fran se sumergió en un entrenamiento intenso bajo la sombra del mismo árbol que lo había visto reflexionar. La energía mágica fluía a su alrededor mientras intentaba dominar las habilidades de esqueleto que, en teoría, le permitirían destacar de una manera única.

Fran: (murmurando) Si Sarik puede brillar con magia, yo también puedo. Seré más que una sombra.

El cielo comenzaba a teñirse de tonos anaranjados cuando Fran levantó la mano, concentrando su magia en la creación de huesos etéreos. A diferencia de Sarik, sus intentos eran tenues y frágiles, como cristales delicados que amenazaban con desmoronarse.

Fran: (frustrado) ¡No es suficiente!

La tierra tembló levemente cuando Fran, con tenacidad, continuó su entrenamiento. Cada intento dejaba su cuerpo temblando, la magia de esqueleto, aunque presente, resultaba agotadora para su forma más frágil.

Lovedtale: Fran MalvadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora