55. El secuestro

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Llegamos a la Pink House, así que estacioné en la entrada y con Lea bajamos del auto.

Adentro había un desorden inimaginable, las chicas estaban armando el árbol de navidad y decorando toda la casa.

¿Ya llegó diciembre? - le pregunté a Lea mientras nos parábamos a mirar desde la entrada.

Sí, ¿que no ves la fecha en tu celular? - me preguntó. Había estado tan ocupada que ni siquiera me había fijado.

Desbloqueé mi celular y miré la fecha, 1ero de diciembre, mañana era el cumpleaños de...

¿Qué hace Lea aquí?, ¿no debería estar en la escuela? - me preguntó Rosé acercándose para besarme, pero más que eso, para olerme. Mujer celosa.

Pinchamos rueda y tuve que devolverme - le mentí. De verdad me pesaba estar mintiéndole a Rosė.

Vengan a ayudar - nos dijo Jisoo desde el árbol. Lo estaba adornando con figuritas de galletas de jengibre.

En eso Lisa se me acercó.

Jennie quiere que nos vayamos a esquiar a la nieve antes de navidad - me dijo como secreto.

¿Dónde quiere ir? - le pregunté.

A Aspen, Colorado - me respondió Lisa.

¿No podía elegir un destino que quedara más lejos? - me quejé - además, la última vez que fui a esquiar Rosé casi pierde una pierna - reí un poco.

Shh ahí viene tu mujer - me advirtió Lisa.

Tú - me señaló Rosé - al cuarto ahora - me ordenó. Esta mujer sí que andaba extraña. Lisa solo me miró como si fuera un animal que llevan al matadero.

Rosé - le dije al entrar al cuarto - no puedes tratarme como a un perro - me quejé.

Calla y quítate la ropa - me ordenó acercándose y besando mi boca.

Hey hey, tengo sentimientos - volví a quejarme.

Lo único que necesito que sientas ahora es deseo - me respondió tirándome a la cama.

Rosé, si me tratas así es difícil sentir deseo, contigo siento mucho y me gusta coger con amor - le dije un poco dolida.

Cariño, solo quítame estás ganas - me exigió.

Bueno, pero ámame un poco, la máquina del sexo también tiene sentimientos - me quejé, pero riendo. Por lo menos me hizo caso, se subió en mi regazo y comenzó a besarme por el cuello y la boca.

Te amo, cariño - me dijo solo abriendo el botón de mi pantalón y bajando mi cierre. Eso hacía que me excitara mucho.

Yo te amo más - le respondí - ¿por qué andas tan caliente? - pregunté sospechosa y me dió una pequeña sonrisa que se le borró al instante.

¡NOOOOOOOO! - escuchamos gritar repentinamente desde abajo. Con Rosé nos miramos asustadas. Nos paramos más que rápido y bajamos corriendo las escaleras.

¿¡Qué pasa!? - pregunté agitada. Las chicas estaban afuera y el ruido de unas llantas acelerar contra el pavimento sonaban estruendosamente.

Familia Park (Rosé y yo, 2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora