11. Sol antes de la tormenta

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Los días pasaron y las aguas se calmaron en el apartamento. Volvía a ser lunes y la expulsión de Lea ya había terminado, así que la llevé al colegio.

Te portas bien hoy, por favor - le dije despidiéndome mientras ella bajaba del auto.

Sí mamá - me respondió girándome los ojos. Yo reí, era inevitable que no se comportara como una típica adolescente. La vi alejarse y volví a encender el motor. No tenía mucho que hacer, era la esposa de una millonaria, mi único propósito era consentir a Rosé y gastarle el dinero, así que eso haría. Comencé a manejar, me detuve en una tienda de flores y compré el ramo más grande de rosas rosadas y las metí al auto. Luego me dirigí a una vinoteca para comprar algo de alcohol. Aprovecharía que Lea estaba en el colegio para seguir enamorando a Rosé.

Volví al Penthouse con todos los implementos. Fue un poco difícil llevar todo, pero lo logré meterlo al apartamento y cerrar la puerta tras de mí.

¿Rosie? - grité, pero no obtuve respuesta. Rosé no estaba, así que le texteé.

¿Dónde estás, vienes a almorzar? - le escribí. A los pocos segundos me respondió.

Pasé a ver a las chicas en la pinkhouse, y sí, comemos juntas - me respondió. Una sonrisa se marcó en mi boca. Ya eran las 12:30 pm, así que tenía tiempo para dejar todo listo.

Llamé al chef que teníamos a disposición para que preparara alguna carne con ensaladas, y por supuesto un poco de arroz para mi Rosie, si le iba a quitar sus energías debía alimentarla bien.

Quité unos cuantos pétalos a las rosas y las esparcí por nuestra cama, el resto las dejé en la sala principal.

Ya eran los 13:30 cuando recibí un mensaje de "estoy llegando". Le pedí al chef que se retirara y le di las gracias. Fui al vestidor y me puse el strapon rosado, el favorito de Rosé. Lo oculté lo más que pude bajo mi pantalón. Me perfumé un poco y salí a recibirla en la puerta con las rosas.

¿Y esta sorpresa? - me dijo cuando entró.

Una pequeña muestra de mi amor por ti - le respondí entregándole el ramo de flores. Me miró sorprendida y con su cara de enamorada que me encantaba.

No me mires así - le dije yendo a la mesa de la cocina para servirle una copa de vino. Ella dejó las rosas sobre la mesa de entrada y me siguió.

¿Compraste late harvest rosé? - me preguntó.

Sé que te gusta el vino rosé - le respondí.

A ti más - rió. Le asentí y serví dos copas del dulce líquido rosado - espera, ¿cómo conseguiste este de tu país? - me preguntó tomando la botella.

Fui a una vinoteca donde tienen vinos de todos los países - le respondí sonriendo. Me miró asombrada.

¿E hiciste todo eso tú solita? - me preguntó a acercándose a mi boca.

Primero comamos - le respondí riendo - antes que se enfríe.

Rosé me asintió y nos fuimos a la mesa principal donde ya estaba todo servido con lo comestible. Nos sentamos con nuestras copas y Rosé se quedó unos segundos callada y quieta mirando su comida con su tenedor en la mano.

¿Vas a terminar conmigo? - me preguntó volviendo a mirarme.

¿Qué? - reí.

Vas a terminar conmigo, por eso estás haciendo todo esto, ¿tienes a alguien más? - me preguntó angustiada.

Rosé, no voy a terminar contigo, ni esto es porque tengo a alguien más, solo quería hacer algo por ti, para demostraste lo que siento por ti - intenté explicarle, las palabras no eran mi fuerte. Ella dió un suspiro de alivio y comenzó a comer, yo no pude evitar reírme.

Familia Park (Rosé y yo, 2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora