91. No es lo que piensas

443 51 16
                                    

¿Problemas en el paraíso? - bromeó Jisoo, pero no moví ningún músculo de mi cara, si no que moví a Rosé para que se sentara a mi lado y yo me puse de pie para irme a nuestro cuarto.

Cariño... - escuché a mis espaldas.

¿Qué le pasa a mamá? - le preguntó Lea.

Ya se enteró que estará Talia, ¿verdad? - preguntó Jisoo, a lo que Rosé asintió - no me gustaría estar en sus zapatos - agregó.

No puede ser tan celosa - se quejó Lea.

Es complicado - me defendió Rosé - vayan a descansar y nos juntamos a almorzar - les dijo. Lea y Jisoo asintieron y se fueron a sus cuartos. Rosé se dirigió al nuestro.

Yo me estaba metiendo a la tina con agua caliente, necesitaba un relajo, aunque fuera por algunos minutos.

Cariño... - dijo Rosé cuando me vió ya adentro.

No ahora - le pedí poniendo una toalla mojada en mi cara.

A los pocos segundos la sentí meterse a la tina sentándose en mi regazo.

Rosé... - murmuré sin ánimos.

¿Crees que te engañaría? - me preguntó quitando la toalla de mi cara - mira - agregó tomando mis manos y poniéndolas en su vientre.

Ya se te está notando - dije emocionada. Estaba completamente desnuda sobre mí y ya podía notar su panza de embarazada.

Esta es una de mis últimas apariciones en público, por lo menos hasta que se lo contemos al mundo - me dijo.

No me imagino como reaccionarán - le dije tocando mi frente con una mano.

Yo tampoco, estoy un poco asustada - me dijo ella.

No lo estés - le respondí sentándome y abrazándola por el torso - siempre estaré a tu lado cuidándote.

Lo sé - me dijo besando mi cabeza.

¿Estás muy segura de tenerme? - le pregunté con una sonrisa maliciosa volviendo a semi acostarme en la tina y sacando mis brazos por los bordes.

No tengo duda - me respondió - tú no podrías dejarme... - agregó ahora murmurando cerca de mi oído y apegando su fruto al mío, lo que hizo excitarme.

Mmhm - hice desde mi garganta con un sonido seco.

¿O me equivoco? - preguntó dando un pequeño salto para volver a caer sobre mi fruto, tocándolo con el suyo.

Noohh - le jadeé mirándola a los ojos. Me tenía a su merced, no podía evitarlo.

¿Querrás seguir cogiendo conmigo cuando me aparezca más panza? - me preguntó provocativamente, tenía todo su fruto rozando el mío bajo el agua.

¿Qué crees tú? - le contra pregunté con una sonrisa maliciosa.

No lo sé - me respondió y yo reí, era bastante obvia la respuesta.

Vamos a descansar un rato antes del almuerzo - me dijo ella apoyando sus manos en el borde de la tina y levantándose. Le asentí y ambas salimos del baño, nos vestimos y nos fuimos a la cama.

Ya estaba amaneciendo, podía verse ya un poco de luz naranja a través de las cortinas. Me acosté abrazada a Rosé y caímos rendidas.

Familia Park (Rosé y yo, 2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora