42. Hotel crucero

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Conduje un rato y todas nos mantuvimos en silencio. Jennie y Rosé se semi acostaron abrazadas en el asiento trasero y terminaron cayendo dormidas.

¿No te da celos? - me preguntó Lea mirando hacia atrás.

Por supuesto que no - le respondí riendo.

Olvido que ustedes tres... - estaba diciendo, pero la interrumpí.

¿Cómo va el colegio, pequeña? - le pregunté para cambiar el tema.

Bien - me respondió cortante.

¿Las notas? - le pregunté para sacarle más información.

Soy una de las mejores de mi clase - me respondió. "Que orgullo" pensé sonriendo para mis adentros - lo sabrías si no dejaras que solo mami fuera a mis cosas de la escuela.

Lo siento pequeña, sé que debo involucrarme más en tus cosas, es algo que te debo - le respondí decepcionada de mí misma.

Que bueno que lo sepas - me dijo.

Quizás por eso Lea me había visto de otra forma, porque la verdad no me estaba involucrando en su vida y comportándome como su madre, sino como alguien que simplemente vivía en su misma casa. Ahora entendía más su confusión, yo había sido parte culpable. Estar solo ahí por estar no sirve, se debe cumplir con el rol que elegiste.

¿Cómo te iba en la escuela a ti? - me preguntó.

En la escuela bien, siempre fui aplicada - le respondí.

¿Mis abuel... tus padres se preocupaban por tus estudios? - volvió a preguntar con curiosidad.

Lamentaba el hecho de que no pudiera decirles abuelos.

A veces demasiado, la mayor parte de mi vida en el colegio la pasé preocupada por las notas - le respondí - era una pequeña personita muy estresada, por eso me liberé en la universidad y ya no fui tan aplicada.

Pero igual terminaste una ingeniería, eso significa que te fue bien - me dijo.

Al relajarme y deshacerme del estrés, también me deshice de mis buenas notas y solo aprobaba las materias - le dije - pero esto no debería estar diciéndotelo a ti - recalculé golpeando mi frente con una mano. Siempre terminaba contándole historias de mi pasado que no eran buenos ejemplos.

Tranquila, no voy a cambiar, seguiré queriendo ser la mejor siempre - me tranquilizó.

Eso es, pequeña - le dije sonriéndole.

Estuvimos un largo rato en silencio, hasta que Lea por fin habló, pero hubiera deseado que no lo hiciera.

¿Me dirás la verdad ahora? - me preguntó.

¿Qué verdad, pequeña? - le pregunté sin entender.

De que si fuiste tú quien se acostó conmigo y me quitó la virginidad - me dijo seria. La miré con un malestar en mi boca, como con un sabor amargo. Me acomodé en mi asiento y suspiré.

No fui yo... fue alguien de confianza, pero no te diré quien, espero estés conforme con la respuesta, es más de lo que debería decirte - le respondí por fin. Lea se quedó pensando un momento.

Es obvio que fue una de mis tías... y la de más confianza tuya es tía Jen - me encaró. Era una pequeña muy inteligente.

No te diré nada más - le dije - ya hablé demasiado y podría costarme una gran pelea con tu madre - agregué.

Está bien, por lo menos es más de lo que sabía antes - me dijo rendida - ¿quieres un sandwich?, lo compramos en la estación.

Gracias pequeña - le agradecí tomando el pan. Le di algunas mascadas hasta terminarlo. Tenía hambre, desde el almuerzo que no comía nada.

Familia Park (Rosé y yo, 2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora