Mi cuerpo

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Utilizo mi piel como un cárdigan que me queda suelto como intento de esconder mis inseguridades.

Mis labios rotos son la muestra de que todas las palabras que nunca dije me destrozan.

Uso mis brazos como lienzo para una obra de sangre y sentimientos, dónde el pincel no son más que pensamientos.

Son mis piernas las que llevan a mi mente a perderme en lo profundo de mi corazón.

Uso mi lengua como hacha y espada, como escudo y armadura para proteger mi alma de los demás que siempre intentan tocarla pero que es frágil y se rompe.

Es mi corazón el que bombea algo más que sangre, algo con tinte agridulce, con sabor a sentimientos, ideas, pensamientos.

Uso mis mano para golpear y arreglar, para levantar al rendido y salvar al ahogado, para atacar a quien me lastimé y abrazar al más tierno, sí, aquel que busca empuñadura.

Son mis ojos cansados los que brillan sin tu ausencia y, llenos de melancolía  despiden lágrimas entre letras que expresan lo que mis labios no alcanzan a decir.

Son mi mente y mis huesos los que guardan el deseo de agradar a los demás, de gustar, de ser amado, ser entendida.

Escritos de historiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora