Escritos de historias

Poema 20

Esta noche podría escribir los versos más tristes.
Para mostrarte cuanto significas para mí.
Porque, aunque la soledad se cierna bajo mis cansados ojos, creando lagunas de melancolía, que a pesar de su existencia resisto a la nostalgia, todavía te amo.

Esta noche podría escribir los versos más tristes.
Para ti, mi amor corrupto. Que me embriaga y me lastima, me ahoga,me condena.
Para ti, mi amor manchado de decepciones, dolor y vagas ilusiones. Te amo, mi roto amor, te amo infinitamente, cómo las estrellas en el firmamento nocturno.

Ya no te quiero es cierto, pero cuanto te quise.
Sí, te amé, te amé mucho. Te amé más de lo que nadie puede querer, pero aún así te dejé atrás, te abandoné, me fuí, y ahora me retracto pues anhelo todo lo que me habías dado.

Ya no te quiero, pero quizá todavía te amo.
Aún recuerdo mis labios sobre los tuyos. Aún no ahoga el olvido tu memoria, tu recuerdo, todo lo que fuimos.
Aún recuerdo nuestros besos, suaves y fugaces, cómo pétalos de una flor nacida de la tardía primavera, lejana y distante como nuestra soledad, como las titilantes estrellas brillando a lo lejos. A lo lejos como la etérea melodía
que te escucho recitar en lo profundo de mi mente, producto de haberte escuchado recitarla hasta el cansancio.
Aún recuerdo tú todo.
Tus marinos ojos.
Tus labios de pétalo de camelia.
Tú cabello del fuego que emana el atardecer.
Tu piel de polvo de estrella, blanquecina y delicada.
Tal parece que alguien se robó un rayo de la luna y lo forjó con mercurio y plata, con las lágrimas de la madre de Dios, con todo lo puro y bendito que hay en la tierra y en el cielo, únicamente para crearte.
Sí, creo que todavía te amo.