No sé con exactitud de que me quejo.
Lo tengo todo.
Familia.
Comida.
Amigos.
Salud.
Casa.
Pero siento que soy incapaz de ser feliz.
Mis problemas no son tan graves, mi vida no es tan mala como podría llegar a serlo.
Sí, tiene altibajos, pero es mejor que la de muchos.
Y como esto es verdad parece que no me pasa nada, en parte no es mentira, pero también me pasa todo.
Quiero contártelo, pero tengo miedo de que me juzgues, solo por no poder descifrar esta nebulosa de pensamientos negativos que crea una cuerda al rededor de mi cuello y de vez en cuando tensa para hacerme recordar que nunca me abandona. Hay momentos en los que todo abruma y justo en esos instantes esa cuerda hecha de expectativas, dolor, soledad, ansiedad y responsabilidades, aprieta más; no sé cómo expresarlo porque cada sentimiento es más abstracto y caótico que el anterior.
Cada día pienso en soluciones que nunca encuentro, motivaciones que siempre actúan al efecto inverso y me desmotivan aún más, metas que se convierten en sueños frustrados, ilusiones que nunca llegan, y sí, el que espera se acaba desesperando.
Qué lo tengo todo. Lo tengo, pero me faltó yo... Y en esos momentos en los que la cuerda ahoga más o te salvas tú o estás perdido. ¿Pero cómo te puedes encontrar?
Porque he dado todas mis piezas completas a cambio de sanar a lo demás, pero ahora solo tengo piezas rotas, y con eso no me construyó, porque me he quedado con todos tus defectos y miedos para que que seas feliz, seguramente porque te amo y esa es la forma más sincera de expresarlo.
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Escritos de historias
PoesiaPequñas palabras que expresan opiniones o versiones alternas a lo ya escrito, sin quedarme con ningún crédito. O mis propias creaciones nacidas del aburrimiento, el tedio u ocio, incluso de sentimientos asfixiantes. Escribir sobre las cosas me ha ay...