Prologo

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Japon, Tokyo, 2016 septiembre

-Te consideras alguien bueno?-

Una mujer de pelo castaño y ojos color avellana se encontraba sentada en una silla de escritorio frente a un joven chico de pelo negro rizado y ojos color café. Aparentemente en alguna especie de oficina repleta de libros acerca del cerebro humano.

-Depende, de que estamos hablando?-

El pelinegro miró a su psicóloga con interrogación, sus ojos café oscuro titubearon con nervios ante la pregunta que estaba previendo.

-Me refiero a que si te consideras una buena persona.-

La psicóloga empezó a escribir algunos apuntes en su libreta mientras analizaba la postura encorvada del chico y su mirada aparentemente, atemorizada.

-No lo sé, supongo que solo soy malo con quienes me caen mal...-

-Y por eso dejaste a uno de tus compañeros en coma en el hospital?-

El chico tembló ligeramente al escuchar aquella sentencia, la psicóloga una vez más hizo apuntes en su libreta.

-Nunca pensé que yo podría hacer tal cosa...hace unos meses yo no podía hacer ni 10 flexiones y ahora...tengo demasiada fuerza, demasiada energia, aveces hasta rompo mis lápices si no me concentro cuando escribo...yo no quería lastimarlo tanto, solo quería que dejasen de molestarme por ser diferente.-

La mujer asintió con la cabeza mientras analizaba los datos del chico en cuestión.

"Joshiro Akutami"

Edad: 16 años

Altura: 1:60 centímetros

Peso: 65 Kilogramos

"Desde la primaria tiene problemas socializando, pero no ha dado señales de ser algún peligro en potencia para la sociedad o algo por el estilo"

"Es fruto de una relación interracial entre un hombre latinoamericano y una mujer japonesa"

"No conoce a ninguno de los dos ya que un día desaparecieron repentinamente, la causa aún es desconocida, desde entonces vive bajo el cuidado de su abuelo por parte materna, Gege Akutami, unos meses después de haberlo adoptado, decidió también darle su apellido como si fuesen padre e hijo, aunque debido a la avanzada edad del hombre se le está haciendo mas difícil cuidarlo aparentemente."

-No te preocupes niño, no se emitiran juicios en tu contra debido a que ha quedado evidenciado que aquel muchacho te acosaba constantemente a tí y a otros estudiantes de la secundaria.-

Joshiro no pareció aliviarse, mas bien aún parecía preocupado cosa que no pasó por alto a ojos de la mujer.

-El? El vivirá?-

-Los informes apuntan a que si...pero estuviste muy cerca de dejarlo en estado vegetal, es un milagro que haya sobrevivido y haya podido conservar sus habilidades motrices.-

Joshiro finalmente dió un suspiro aliviado soltando toda la tensión que había acumulado a lo largo de la cita con la psicóloga.

-Como está tu abuelo, Joshiro?-

El pelinegro se rascó el mentón con una mirada pensstiva al respecto.

-Cada dia lo entiendo menos...dice incoherencias, se pone de mal humor y hay veces que está fuera de la casa por mas de un día...pero su salud no se ve afectada a pesar de tener casi ochenta años.-

-Talvez sigue afectado por la perdida de su unica hija, algunas personas quedan traumadas por las pérdidas incluso después de muchos años, y el señor Akutami solo tenía a su hija como unico pariente con vida, hasta que le avisaron que tenía un nieto.-

Chamán Jujustsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora