Después de tanto tiempo el pozo se vuelve a abrir y Kagome no duda en saltar de nuevo dentro de el . pero en ves de volver a ver a Inuyasha, termina callendo en el regazo del hechicero más fuerte
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Kagome se pone las botas vaqueras rosas y saca el pie para admirar los pequeños diseños de zorros saltando sobre un caballo. Debe haber varias aldeas pequeñas en todo Japón en las que los demonios han creado un refugio para sí mismos. Sale del vestuario hacia los fuertes rayos del sol. Un día perfecto para montar a caballo. Ella hace una mueca. Bueno, casi perfecto si no le dolieran las piernas.
_¡Ah! Yuji-kun, eres tan natural_ elogia, aplaudiendo al chico de cabello rosado. Que tenía un sombrero de vaquero color canela y un chaleco a juego.
_¿Qué hay de mí?_ Satoru se queja, saltando de su caballo. Sus ojos se abren. No es que el chaleco rosa no le quede bien de hecho combina con sus botas. ¿Pero dónde diablos estaba su camisa para acompañarlo?
_¿Dónde está tu camisa?_Agarra las riendas de su caballo marrón.
_Los zorros dijeron que no necesitaba una_ Se encoge de hombros y la agarra por la cintura.
_Sé montar a caballo_ dice ella, ahuyentando sus manos _¿Y desde cuándo escuchas a los zorros? Pensaba que no confiabas en ellos_ Kagome se levanta y frunce el ceño al sentir las manos de Satoru en su trasero.
_Eh, no lo sé. Pero, basándome en ese sonrojo, diría que tenían razón en algo_ Le lanza un beso y vuelve a montar en su caballo _Como su instructor del día-.
_No_ dicen Kagome y Yuji al unísono. Kagome esconde su risa detrás de su mano mientras Yuji le levanta el pulgar.
_Muy bien, aguafiestas_ dice Satoru, _he convencido al otro instructor de que soy más que capaz de llevarnos por el camino.
_¿Los convenciste?.
_Suenas cómo si no creyeras en mis más sinceras palabras, Gome-chan.
_Bueno... no vi que Gojo-sensei amenazara a nadie. Y la señora sí le entregó una llave a Gojo-sensei_ Yuji se rasca la mejilla. Kagome entrecierra los ojos. Yuji-kun es un traidor y se pone del lado de Satoru.
_Dirige el camino, entonces.
_No te preocupes_dice Satoru, moviéndose hacia el frente _¿qué podría salir mal?.
Llegan a la mitad del sendero que conduce al bosque cuando el sol se esconde detrás de las nubes de lluvia, desatando una tormenta sobre ellos, bueno, solo ella y Yuji porque Satoru bromea durante todo el camino de regreso sobre lo seco que está.
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