Dime

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Alexander

Estoy perdiendo la cabeza, me acerco al hombre sin importarme los demas jalo de su brazo y él regresa a ver rápidamente hacia mi.

—Ragazzo lasciami, sto con una bella ragazza, aspetta il tuo turno .

~Chico dejame, estoy con una chica hermosa, espera tu turno

—Quella bella ragazza è mia moglie. - estoy loco, lo se, pero hare lo que sea para que se aleje de ella.

~Esa hermosa chica es mi esposa.

Voltea los ojos, no me resisto y le doy un golpe en su nariz y esta empieza a sangrar.

—Cosa c'è che non va in te, stupido

~Que te pasa, estúpido.

Trata de devolverme el golpe pero retengo sus manos y le doy otro golpe, Emma trata de determe y me jala hacia ella.

—Vamonos de aquí... Por favor.

—Esta bien hermosa, vámonos.

Cargo a Emma en mis brazos y salgo rápidamente del lugar, la subo al auto y le pongo cinturón de seguridad.

Me subo yo y empiezo a conducir en dirección a mi casa, asi sabre que estara bien, al menos hasta que se le pase lo ebria.

—Alex... Tengo una ideita.

—Que idea pasa por tu mente Emma, tienes hambre y quieres que te lleve a comer?

—No es eso, aunque no seria una mala idea, me podrías llevar a comer pasta, hamburguesa, lasagna...

—Ey concentrate, que me querías pedir o cual era tu idea, si no es la comida.

—Quiero que me hagas el amor.

En ese instante frene de golpe, suerte de que no había otro carro atrás o se hubiera chocado.
Mi cara se torna roja y mi respiración se acelera.

—Me puedes hacer el amor Alex, por favor - dice con cara de niña buena.

Claro que quiero, no se imagina cuanto pero no así, ella está ebria y me estaría aprovechando de ella, eso no es justo.

—Emma, no puedo lo siento.

—¿Por que? Ya no me quieres, es eso o la otra opción es que tienes otra familia y ya te casate y tu mujer está... ¿Como se dice? No recuerdo pero tiene un bebe en su panza y... - lágrimas salen de sus ojos como si todo lo que dijo fuera verdad.

—Emma no estoy casado, solo que no te lo haré porque no estas sobria, si?.

—pero si me amas aun, ¿verdad?

—Principessa eras, eres y seras la mujer que mas he amado en todo el mundo, siempre que te veo mi corazón se acelera y no el porque pero cuando estoy contigo me siento en calma, como si fueras mi hogar, tu eres mi hogar y ninguna mujer en todo el mundo se te compara porque tu eres única, bella y sobre todas las cosas eres mía Emma, jamás pensé que me entregaría por completo a una mujer pero tu, tu eres la excepción, nunca dudes del amor tan grande que te tengo sería capaz de ver el mundo arder o incluso morir para que tu seas feliz.

—Oh,que tierno Alex... Yo...

—me amas? Lo haces aunque sea un poco?

—Nunca he dejado de amarte pero me cuesta entender y perdonarte.

—Emma dejame explicarte...

—Mejor cuanto este sobria. No tienes hambre? Porque a mi ya me dio, vamos a por hamburguesas.

Arranque el carro y fui a comprar hamburguesa para comer en casa.

¥

Cuando llegamos a casa Emma se había quedado dormida en el auto por lo que tuve que cargarla hasta mi habitación, la acosté en mi cama, bese suavemente su frente y me fui alejando poco a poco de ella.

—A donde vas? No me dejes otra vez, quedate por favor y duerme conmigo no quiero estar sola.

—Segura?

—Si Alex, nunca he estado tan segura.

Me quite la ropa y me quede en bóxer, me recosté a su lado y la abrace, luego de un corto tiempo caí en un profundo sueño.

A la mañana siguiente desperté y lo primero que vi al abrir mis ojos fue a Emma con un sarten en su mano izquierda.

—¿Que hago aqui?

—Estabas ebria, me llamaste te fui a ver, dijiste que me amabas y me pediste que me quedara a dormir contigo en mi cama, ah y casi se me olvida te invite a comer hamburguesas.

—Ash te odio...

—Eso no aparentaba ayer cuando me pediste que te hiciera el amor...

—¡¿Lo hiciste?!

—¿Me crees capaz de hacerlo cuando tu estabas ebria?

—No...

—Ahi esta tu respuesta, ahora podrías dejar de apuntarme a la cara con ese sarten, por favor.

Holas perdón por no actualizar, les prometí que actualizaria hace full tiempo pero últimamente he estado ocupada y sin mucha inspiración, pero ahora sí ya volví.

Los amoo

ODIANDO ESTAR AQUÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora