Hora: 4:13 pm
El camino de vuelta al refugio transcurrió en silencio. Los gemelos, con miradas perdidas y expresiones serias, se acomodaron en el vehículo junto a los demás. A pesar de la reciente liberación de su confinamiento en la casa rodante, no pronunciaron una sola palabra. Los adultos, respetando su silencio, condujeron en un estado de alerta constante, conscientes de la fragilidad de la esperanza que acababan de rescatar de aquel entorno plagado de peligros.
Al llegar al refugio, los niños observaron con cautela su nuevo entorno. La estructura, aunque deteriorada, ofrecía una sensación de seguridad en medio del caos exterior. Los demás miembros del grupo los recibieron con gestos de bienvenida, conscientes de que aquellos pequeños habían experimentado la crueldad del mundo de formas que ni siquiera podían comprender completamente.
Con los gemelos ahora parte de su frágil comunidad, el refugio se llenó de una tensa calma, una mezcla de alivio y aprehensión mientras todos se preparaban para enfrentar los desafíos que aún aguardaban en ese despiadado mundo postapocalíptico.
**Jacob:** Hola chicos, ¿cómo se llaman?
Los gemelos, mirándose entre ellos, permanecieron en silencio.
**Minho:** (intentando tranquilizarlos) No tengan miedo. Están a salvo ahora. ¿Quieren algo de comer?
El niño con la camisa de cuadros negó con la cabeza, pero sus ojos mostraban una mezcla de temor y curiosidad. El otro niño, observaba con cautela pero sin revelar sus pensamientos.
**Seojin:** (sonriendo) No se preocupen, estamos aquí para ayudar. Si necesitan algo, solo díganlo.
Hora: 8:53 pm
El silencio persistió, como un muro infranqueable entre los adultos y los gemelos. A pesar de sus intentos de conexión, los niños parecían atrapados en su propio mundo de misterio y cautela.
Después de mas de cuatro horas, el niño de la camisa de cuadros se acercó a David con pasos tímidos. Su mirada azul se encontró con los ojos de David, quien, aún recuperándose, le dirigió una sonrisa amigable. Sin embargo, en lugar de hablar, el niño simplemente observó a David con curiosidad y cautela, como si estuviera evaluando el nivel de seguridad en ese nuevo entorno.
**David:** Hola, pequeño. ¿Cómo estás?
El niño permaneció en silencio, pero sus ojos expresaban una mezcla de emociones, desde el temor hasta la curiosidad. Se quedó a pocos pasos de David, como si estuviera evaluando si podía confiar en este extraño adulto.
**Jacob:** (acercándose) Parece que has llamado su atención, David.
**David:** (asintiendo) Sí, pero parece un poco reservado. ¿Cómo estás, amigo?
El niño no respondió con palabras, pero su presencia cerca de David indicaba una conexión silenciosa. Mientras tanto, el otro niño observaba la escena desde una distancia segura, sin mostrar signos de acercarse aún. La incertidumbre y el misterio rodeaban a estos nuevos miembros del grupo, añadiendo un elemento intrigante a la dinámica de su refugio.
Alison, con suaves pasos, se acercó al niño de la sudadera. Extendió la mano y con delicadeza acarició su cabello. Aunque inicialmente el niño mostraba cierta resistencia, finalmente cedió un poco, permitiendo que Alison continuara con el gesto reconfortante.
**Alison:** (sonriendo) Hola, pequeño. ¿Hablas inglés?
El niño asintió con la cabeza, revelando un atisbo de confianza. Alison, notando su respuesta, continuó la conversación.
**Alison:** ¿Y qué tal español?
Nuevamente, el niño asintió con la cabeza. La barrera se desvanecía lentamente, y aunque el niño no pronunciaba palabras, su gesto afirmativo indicaba que entendía los idiomas.
ESTÁS LEYENDO
⁖℘༒𝕍𝕦𝕖𝕝𝕠 𝔸𝕝 𝕀𝕟𝕗𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠༒
ParanormalPrólogo: En un remoto laboratorio oceanográfico de Corea del Sur, en la tranquila localidad costera de Gijang, los límites de la ciencia y la ambición se entrelazaron en un proyecto que desencadenaría una pesadilla inimaginable. Los científicos, mot...