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Sus miradas se encontraban fijas, buscando alguna pizca de debilidad en el otro, pero claro, sus vistas no podían permanecer todo el tiempo unidas, por una u otra razón, no era posible.
"¡Hey, separense ya!.", gritó Edd, al observar a ambos enemigos en el piso, uno encimado en el otro, cada uno apuntando con armas, una de fuego y otra cortopunzante.
Sus caras tenían el ceño fruncido, pero cada una reflejaba diferentes cosas. Una, decía; "no se que siento, pero te odio, creo...", y otra decía; "estoy cansado de esta mierda".
Sus expresiones se aligeraron al escuchar la voz madura -pero a la vez chillona- de Edd, manteniendo los en control antes de que se mataran y él tuviera la culpa por no separarlos a tiempo.
Sus cuerpos automáticamente se movieron, quedando sentados en el piso con la cabeza gacha, por no enojar más al castaño, el cual primero los había mirado -y sacado algunas fotos- con gracia, por el hecho de que su posición de pelea se mostraba bastante comprometedora al estar un pálido chico, con cabellos café claro y ojos un tanto inusuales, encima de su contrincante, un chico de cabello castaño claro, con extraño y extravagante peinado de dos cuernos, y ojos grisáceos, pero -en la opinión secreta de Thomas- profundos.
-Ustedes nunca dejarán de pelear, ¿cierto?.
Volvió a regañar el de cabello castaño oscuro, poniendo cada mano en las cabezas de sus dos amigos para darles un golpe, al cual llamaba "golpe de la razon", siendo suficientemente fuerte como para dejarles resonando su voz en sus cabezas por lo menos cinco minutos.
-Lo siento, Edd.
El de sudadera roja al estar acorralado por su mejor amigo, decidió disculparse con él para evitarse más problemas de los que ya a causado al destruir la cocina y la sala en un forcejeo con Tom apenas hace dos días, a lo cual, Edd tuvo que pagar gran parte de los daños, ya que era al que mejor le hiba económicamente, contando el hecho de que es artista, ni siquiera él sabía como había logrado pagar esa casa tan grande y mantener a tres personas -sin contarlo a el-.
-Está bien Tord, pero por favor, ¿podrían dejar de pelearse por lo menos un día?, esto ya me está agotando.
Al de sudadera verde no le apenaba contar lo que sentía la mayoría del tiempo, era una persona muy abierta con los demás.
-Yo también lo lamento, Edd, intentaré no pelear tanto con... El.
Se disculpó de segundo, si Tord no se disculpaba primero, él no lo haría, y eso su enemigo lo sabía, su orgullo no se lo permitía. Su orgullo, no era capaz de dejarlo, no con Él, con el nunca perdería su orgullo, pues ese mismo lo protegía de todo lo malo de este mundo. Tal vez la mayoría solo olvidaría y seguiría adelante si una persona lo traiciona, pues no es nada nuevo, la gente ya no quiere, la gente ya no ama. Amor... Amor... ¿Por qué esa palabra se encendía en su mente cada vez que lo veía?, con sus cuernos que hacían sus cabellos naturalmente, como intentando desafiar a la gravedad, y sus ojos profundos, con tono grisáceo, como el que hacía el cielo cuando el clima estaba nublado, significando que quizás llovería, amaba la lluvia.
. . .
-Edd.. ¿Por cuanto tiempo estaremos así?.
Con un pequeño lloriqueo interrogó Matt, que estaba tristemente sentado en el piso, con su plato en su regazo y vista dirigida al más bajo, el cual observaba desde un lugar -también en el piso- cerca de él, también con un plato de comida en sus piernas cruzadas
-Hasta que tengamos dinero para un nuevo sillón.
Matt le dio una mirada fría, la cual helaría la sangre del más valiente, Matt a pesar de actuar infantil e ignorante, era de mucho respeto, su altura inexplicablemente mayor al promedio y su fuerza bruta era lo que pocos conocían, pero más se destacaba de él.
-Wow amigo, no me mires así, o por lo menos no a mí- Edd alzó las manos en señal de inocencia, sabía del duro carácter del de pelos naranjas si no estaba de acuerdo con algo o si estaba molesto -Culpalos a ellos- Señaló a los dos chicos en la cocina, que parecía que estaban peleando otra vez, pero verbalmente.
Matt solo frunció el seño y desvío la mirada, a lo que Edd, conociéndolo bien, retiró el plato de sus piernas cruzadas y enderezado su espalda, el contrario siempre se ponía de esa manera por una u otra cosa, dando a una actitud pasivo-agresiva con cualquier persona que le hablara, pero Edd, siendo la excepción, había descubierto la única forma de que volviera a su actitud tierna, aniñada y feliz de antes.
-Vamos, hazlo.
Anunció Edd, el contrario volteó a mirar con una sonrisa casi inperceptible en su rostro, logrando fijar su mirada en Edd, que mantenía reposado en sus brazos, inclinándose para atrás, dando espacio a su regazo.
Matt entendió la señal, y con calma desesperada, recostó su cabeza en el regazo de Edd, sintiendo unas manos enredandose con su cabello bien peinado, acariciando y brindando mimos por su cuero cabelludo.
Si, la única manera de calmar a Matt en un momento de ira era con Edd dándole afecto, lo que confundía al más bajo, pero siendo sincero, no le daba mucha importancia, solo seguía viendo la televisión mientras acariciaba con cariño la cabeza de Matt, mienta el contrario solo cerraba sus ojos, sumergiéndose en la oscuridad de sus adentros y en los constantes mimos y caricias de Edd.
-Dios, una habitación no les haría mal.
Esas palabras salieron de la boca de Thomas, sentándose en el piso junto a Edd, mientras volteaba la vista al televisor para no tener que presenciar el como sus amigos tenían más vida amorosa entre ellos que él mismo.
-Siempre serás un dolor de culo, ¿cierto jehová?.
Se sentó a otro extremo de Edd, que solo mantenía concentrado en el chico recostado sobre él, mientras una discusión se escuchaba al fondo, sabía lo que híba a pasar ahora.
"Cállate, commie de mierda", mencionó Tom, luego un; "Callame, haber si puedes" sonó, y hay empezó otra discusión, hasta que explotó.
-¡DIOS MIO, CALLENSE YA MIERDA!.
Habló con una voz fuerte y clara Matt, que debería ser parecida a la de un general del ejército, por que retumbó en toda la casa, callando a los dos chicos enemigos, que antes, hablaban exasperadamente.
Los dos competitivos enemigos comieron callados luego de eso, mientras Edd calmaba a Matt, abrazando junto con su cabello su cara, dando toques suaves en cada una de las facciones, pues el peli-naranja se había volteado a ver a Edd, el cual tenía una cara con un notorio sonrojo.
-Me voy, esta mierda es demasiado gay.
Fijo Thomas con un tono de voz controlado, parándose para ir a lavar su plato, siendo seguido minutos después por el noruego.
. . .
Thomas Rieg
La cocina fue invadida por otra persona, pero no quiso ni voltear a ver, sabía de quien se trataba con solo ver su silueta borrosa.
Todavía no recuerda cuál fue la última vez que estuvo un día sin pelear con su enemigo, Tord, pero lo único que si tenia claro era que no fue hace poco. Siempre se insultaban por solamente estar en el mismo entorno, su sola presencia lo molestaba, no quería saber nada de lo que él le tendría que decir.
En parte, sabía por que, pero no quería aceptar eso, no quería una cruda realidad en la que él estuviese enamorado, perdidamente enamorado de Tord, y teniendo miedo de volverse siquiera amigo de ese monstruo, ya que eso significaría el sufrimiento de haberse enamorado de alguien, alguien sin sentimientos ni corazón, como la mayoría de personas en este mundo oxidado. Solo pocos tenían sentimientos verdaderos, la mayoría solo fingía para su propio beneficio, y Tord, era uno de esos.
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04/Dic/2023
1324 palabras.
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¿Volver?- TordTom ¡CANCELADA!
FanfictionUn patético mundo lleno de desgracias y traiciones. ¿Por qué habría espacio para el amor en el?. -TordTom. -MattEdd (No mucho). -Personajes pertenecientes a "EddsWordl"-Edd Gould. -Faltas Ortográficas. -No contiene mucho lemmon. -La Portada no me pe...