Capitulo 7-

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/Antes que nada, ¡Feliz año!, y como celebración, un cap :P./

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La pequeña imagen de un niño jugando con su oso de peluche, con su jardinera amarilla, imitando una supuesta voz que sería la del oso, ablando una parte de su corazón, haciendo que se reprender a sí mismo por tal "estupidez".

Luego, los recuerdos de un adolescente, con braquets, una camiseta con una calavera en medio, y de apariencia "emo", sacando la lengua y el dedo de en medio, dejando a plena vista sus uñas pintadas de negro y sus pulseras con púas en sus muñecas, dieron una calidez en su interior, que se reflejo en sus mejillas rojas.

Luego, llegando sus pensamientos a un hombre, con su sudadera azul y expresión seria, junto a un poco de su aclamado vodka en una petaca que siempre llevaba consigo, dejando un sentimiento incomprendible en su pecho.

Y junto a sus incomprensibles sentimientos que vagaban por esa habitación, llegó una voz femenina que lo hizo despertar del invadiente trance.

-Líder, despertó..

A la expresión en su cara llegó sorpresa, dejando un rastro de tristeza en ella. Preguntando después, con la voz neutral y centrada.

-¿Tan rápido?, debería estar dopado aún.

-Sobre eso.. Ese hombre es especialmente fuerte y ágil líder, tengo entendido que usted a estado con el desde la infancia, ¿a tenido algún tipo de entrenamiento a lo largo de los años?.

Las incontables aventuras de sus amigos le llegaron a la mente como un relámpago, pero a pesar de eso nunca presto atención a la agilidad o fuerza de Thomas, solo teniendo en mente las incontables veces que lo espio e observo, preguntándose el como no se dio cuenta antes.

Se levantó del escritorio, dejando ver su gran diferencia de altura con la mujer que tenía al frente, dándole a entender que fueran llendo. La mirada de ese líder, tan penetrante como para hacer que la fémina empezada su paso apurado hacia la zona de salud de la base militar, sintiendo tensión en su cuerpo por el gran hombre que tenía atrás, observándola fijamente.

-Dime, Mattilda, a fin de cuentas.. El esta bien, ¿cierto?.

-Si señor, pero parece que no se a dado cuenta de su.. Modificación.

Pararon el paso ante las puertas metálicas, con el gran logotipo de cruz roja, dando a entender que sección era aquella. La rubia fresa sacó dos tapa bocas de su bolsillo, dándole uno a su líder para poder entrar a esa sección de la base militar.

Al entrar, los grandes pasillos blancos y grises llenos con camillas, en las que posaban hombres heridos, algunos con amputaciones, otros desangrándose, algunos otros con órganos casi afuera, balazos, apuñaladas, cualquier cosa que se pueda imaginar en una base militar, y el ambiente tampoco era tan bueno, con tanta sangre derramada, el olor a gasolina no faltaba, e incluso algunos cuerpos sin vida llegaban a empezar la fase de putrefacción gracias a las pocas atenciones proporcionadas, ya que eran demasiados enfermos y pocos médicos.

Para sorpresa de cualquiera que no supiera nada del ejército, ni la doctora ni el Líder -el cual sólo era observado con admiración, dando una señal para que siguieran trabajando- eran minimamente afectados por esos pasillos repletos de sangre y cuerpos.

Luego, la médica indicó que ya habían llegado, parando al frente de una puerta color gris, con una pequeña ventana superior, dándole espacio a su jefe para que pasara antes que ella.

Y lo primero que su mente logró asimilar al entrar en esa sala fue a un Thomas muy asustado, rompiendo todo lo que encontraba a su paso, en señal de desesperación por haber visto su reflejo. Y al momento en que visores pudo ver como su Líder entraba a esa habitación, se abalanzó hacia el, solo logrando que perdiera un tanto el equilibrio.

-¡¿POR QUE MIERDA HICISTE ESTO?!.. ¡¿Que me hiciste!?...

Solo pudo apretar los puños, que estaban posados en la parte alta del pecho de su superior, recibiendo una mirada de compasión, transformada en furia.

No podía dejar de emitir las tan raras lágrimas negras que salían de sus cuencas, para luego mojar los visores y salir con dificultad.

-¿Y tu porque expusiste tus ojos a lasers tantas veces?, esto es solo tu culpa, yo te salve, idiota.

El hecho de que le haya dolido en su interior el que Thomas este llorando le hizo desencadenar una ira falsa como método de defensa, sabía que si no era así, tarde o temprano se pondría a llorar con el.

Al sentir la mirada del Líder en si mismo, se retiro del pecho del ‐por no muchos centimetros- más alto, dejando un rastro de lágrimas negras en el suelo y su vata, para caminar hacia la camilla y acostarse en ella, haciéndola rechinar por la fuerza en la que se tiro a esta.

-Dime Thomas, ¿Desde cuando aprendiste a usar armas?.- Las preguntas del contrario lo sorprendieron, haciendo que se sentará y enderezado por instinto. -¿Desde cuando eres tan bueno siendo narcotirador?.- Sus visores mostraban la desesperación que en realidad transcurría en su mente cuando se mostró un letrero de "error" en estos. -¿Desde cuando pareces un soldado entrenado, Thomas Rieg?.

Todo hiba de mal en peor, pero, ¿que podía hacer?, era su culpa por obsesionarse tanto con alguien.


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|878 palabras|
|04/Dic/2024|

//¡Feliz año nuevo!, hiba a subir este cap antes, pero no pude, ya voy exactamente un mes desde que cree esta historia, perdón si no actualizo estos días, pero voy a ir de viaje. Igualmente creo que necesito un pequeño descanso, me encanta actualizarles rápido, porque se que les gusta esta historia, si les gusta, déjenme su comentario!, incluso ideas, me encanta leerlos.

Y en celebración a año nuevo, voy a subir una nueva historia, TomTord adolescente (me encanta ese AU), pueden ir a leerlo muy pronto!.

Ahora me despido (no por mucho), byee.

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¿Volver?- TordTom ¡CANCELADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora