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apenas llegaron a la isla con la ayuda de aquellos hombres, fueron testigos del destello de una bomba arrasando con casi una docena de casas.
— ¿qué fue eso? —
el espadachín se preguntó en voz alta, su compañera un tanto mareada, observaba el caos hecho por la bomba.
— creo que fue una bomba, no estoy muy bien segura. — se sujetó del alto inconscientemente.
— ¡fue la bomba buggy! —
zoro resopló con más fastidio e inició a correr hacia una cosa similar a una torre, shin aún agarrada al mayor, pasó sus pies por su estómago y aseguró su agarre en el cuello de su acompañante.
— veo a luffy. — comentó, achinando sus ojos. — está en... ¿una jaula? —
el peliverde suspiró con diversión.
— el idiota se habrá metido en problemas sin siquiera saberlo. — contestó aún corriendo por las calles de la isla. — ¡ah! —
confundido, volteó hacia todos lados, tratando de reconocer en dónde estaba.
— creo que nos perdimos. — shin soltó una carcajada, sin notar la mala mirada del pirata.
— ve por ahí. — apuntó por un camino entre unas casas destrozadas. — podrán guiarnos hacia dónde está luffy-san. —
— ¡bien! —
...
— ¿ustedes junto contra una chica sola? — zoro detuvo a unos hombres de lastimar a la muchacha de cabello naranja.
la azabache se bajó de la espalda del chico y corrió hacia la chica para poder examinarla.
— no, estoy bien. — respondió a las dudas de la contraria.
— ¡gracias a dios! — luffy grito desde adentro de la caja. — menos mal que encontraste este lugar,¡apresúrate, sácame de aquí! —
— ¿que haces jugando ahí? —
regañó el moreno, volteándose a ver a su capitán.
— fuiste capturado por a pájaro. ¿y ahora estás en una jaula? luffy-san, deberías cuidarte mejor. — la fantasma corrió hacia la jaula y examinó a su líder.
— pasaron muchas cosas. — se excusó, formando un puchero en su rostro. la azabache negó con la cabeza, tratando de ver cómo abrir la caja.
— ¿zoro? —
— así que tú eres zoro. — el payaso de nariz roja se levantó del suelo, su mirada oscurecida. — ¿cuál es tu intención? ¿vienes por mi cabeza? —
