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No estoy seguro de si prefiero estar aquí, sentado y aburrido, con mi mirada perdida en el reloj de la pared, o estar sirviendo café en la cafetería. El sonido monótono de las voces en clase y el zumbido constante de las luces fluorescentes llenaban el salón. El tiempo parecía pasar tan lentamente mientras esperaba ansiosamente que la clase llegara a su fin.

Repentinamente, la puerta del salón se abrió de par en par, rompiendo la monotonía que me envolvía, y mi aburrimiento fue instantáneamente reemplazado por la intriga. Todos los ojos se dirigieron hacia la figura recién llegada, y mi atención se enfocó en ella de inmediato. La maestra la recibió con una sonrisa amable, como si ya estuviera esperando su llegada.

Después de aclarar su garganta, la anciana invitó a la chica a pararse a su lado.

──Chicos, por favor, detengan lo que están haciendo por un momento ──nos pidió la profesora con una voz que combinaba autoridad y calma──. Permítanme presentarles a Love, quien se unirá a nuestro grupo a partir de ahora. Les pido que la reciban con amabilidad y respeto

Mis ojos siguieron a la nueva con la mirada mientras tomaba asiento. Su rostro y su físico emanaban feminidad y delicadeza. Sus facciones eran suaves y armoniosas, y su piel parecía tener un brillo natural.

Su energía irradiaba bondad y amabilidad.

──Dios santo── escuché susurrar a Milk, mi compañera de pupitre y mejor amiga, mientras la veía observar a Love de la misma forma en que yo la estaba mirando hace apenas unos segundos──. Parece que el señor nos ha bendecido esta mañana.

Intercambiamos miradas cómplices antes de volver a dirigir nuestra atención hacia la nueva. Sin embargo, justo en ese momento, sentí un toque en mi hombro por parte de Phuwin, lo que me hizo girar. Milk, sin perder tiempo, imitó mi acción y se unió a la conversación.

───Creo que Gemini va a golpearte por algo ──susurró, señalando discretamente con sus ojos hacia el nombrado.

Mis ojos se cruzaron con los de Gemini, quien estaba sentado unos asientos adelante, observándonos, o más precisamente, observándome a mí, con una expresión seria en su rostro.

Imité su acción para crear un juego de miradas, pero me sorprendió cuando, en lugar de competir por quién podía mirar peor al otro, Gemini suspiró y volvió su atención al frente. Normalmente, no dejaba de mirarme ni siquiera parpadeando con tal de ganar, pero esta vez parecía no estar de humor para jugar.

Miré a Phuwin con el ceño fruncido, quien respondió con una sonrisa burlona mientras encogía los hombros.

──Te lo dije, va a golpearte. ¿Le hiciste algo? ──me preguntó.

──No ──mentí.

Es decir, no hice nada que pudiera haber hecho que a Gemini no le apeteciera jugar conmigo en nuestro juego de miradas. ¿Habrá notado el chicle masticado que dejé en su asiento esta mañana? No puede quejarse, él fue el primero en hacerlo con mi silla en el autobús ayer, solo se lo devolví.

Además, mi única intención era molestarlo, no que se ofendiera y no quisiera jugar. Era divertido cuando no apartaba la mirada.

──Quizá solo está enamorado de ti ──bromeó.
 
──¡No jodas, que me emociono! ──chilló Milk con entusiasmo contenido──. ¿No es genial? Enemigos que se convierten en amantes. Estoy viendo una historia así en un BL, es increíble. Además, si encajan juntos. Ambos son un poco tontos, aunque Gemini es un tonto lindo, inteligente y organizado. En cambio, tú, Fourth... tienes esa sonrisa tuya.

anónimamente tuyo | geminifourth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora