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Cristian salió casi disparado de la habitación, tras un gran intento por su parte de disimular un ligero malestar. En si no era un malestar feo, era más bien peligroso, porque sabía bien que significaba. Estaba seguro que Son no era consciente de lo que había hecho, y claramente se refería al desprendimiento de feromonas del omega.

Su olor era delicioso, como la flor de un cítrico, y a él eso le encantaba. Sabía que estuvo muy mal de su parte jugarle esa broma al surcoreano, pero era inevitable, su cuerpo siempre quería tener al otro cerca suyo y cualquier situación por más chiquita que sea, terminaba aprovechándola.

Lo que empezó como un juego pudo haber terminado mal, el ambiente se había tornado tenso y sus cuerpos sintieron como la temperatura aumentaba.

El cuerpo de Son sentado justo en su entrepierna, mientras sus miradas se sostenían firmes a la par que sus respiraciones se mezclaban, así como también sus feromonas, pudo haber sido la situación más peligrosa para su vida, y su carrera quizás.

Ange había confiado en ellos, pero no pasó ni quince minutos que ya casi la había cagado. Encima para colmo, el matancero dejó ver sus celos hacia el.

¿Algo más le podía salir mal?

Tomó una larga bocanada de aire, realmente la necesitaba para disminuir los nervios y ese cosquilleo travieso que se trasladaba a su miembro.

Lo mínimo que podía hacer por su parte, era alejarse de Son hasta recuperar la postura, porque si no, su alfa probablemente haría una cagada.

Estiró un poco su cuerpo y tronó su espalda, después relajó sus músculos. Caminó hasta el cuarto más próximo, que a pesar de ser el más cercano, en realidad estaba casi al otro lado del pasillo.

-Nos mandaron a la concha de su hermana

Comentó para si mismo cuando finalmente visualizó la habitación de sus compañeros.
Golpeó la puerta y no pasó mucho para que Micky abriera, recibiéndolo con una sonrisa de inmediato y haciéndose a un costado para que entrase.

-Eu, ¿qué onda los pibes?, ¿ya se acomodaron?

Cuestionó con diversión el cordobés mientras se saludaba de mano con su compañero.

-Acá andamos, en la lucha

-Andá, abuelo
Caminó hasta la habitación y Cristian con toda la confianza lo siguió.

-¿Es Son?

Cristián, quien estaba sentando quitándose las zapatillas, no disimuló su cara de sorpresa al ver al de ojos claros, poco después su mirada se volvió confundida.

-No, soy yo

"Perdón por decepcionarte", penso el defensor riendo internamente.

-Re flasheé que era Son por el olor

-¿Olor?

-Sí, tenés el olor de Sonny

Cristian no sabía que era más increíble, si el hecho de que las feromonas del surcoreano se hayan impregnado tanto en él en tan poco tiempo, o que Micky supiera cuál era el olor de Son.

-Ni idea, nunca le sentí el olor a Son

Cristian soltó una risa suave, porque era cierto. Desconocía el olor de la mayoría de sus compañeros por la simple razón que el cuerpo técnico les pedía que por favor ocultaran su olor, o en todo caso, que lo cubrieran.

Por aquel motivo, era aún más extraño que Micky supiera del olor de Son, al menos que se hayan encontrado en una situación demasiado cercana.

Dos minutos fueron, y la cabeza de Cristian ya estaba maquinando a full teorías espantosas que involucraban al surcoreano con micky

IRRESPONSABLE  [+18] •PAUSADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora