III

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Capitulo III
Katanas

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No siempre justo
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El museo era un caos total, la gente se encontraba gritando y corriendo causando más pánico del deseado, Ace tuvo que retener el impulso de gritarles a todos por su estupidez, sabía que la sociedad de los héroes había hecho que el pensamiento analítico y el instinto de supervivencia de esta gente fueran arruinados, pero no sabía que tanto hasta ese día. Era increíble el como todos los adultos no se detuvieron a pensar en el hecho de que el villano que había entrado no era peligroso, al menos no para ellos, de otro modo estaba seguro de que nadie en el lugar hubiese podido salir vivo del museo.

Choco contra varias personas de camino al lugar en donde se había ido el espadachín, era sorprendente el como contrario todavía no había dado una vuelta equivocada de camino a las espadas. Cuando por fin llegó al lugar lo pudo comprender mejor, habían tres majestuosas katanas puestas dentro de una gran vidriera, reconoció a dos de ellas como del espadachín y suponía que la tercera también era de él.

Antes de que Zoro siquiera pudiese acercarse para tomar sus katanas, fue tomado del brazo y siendo empujado hacia atrás lejos del villano y de las cámaras.

"¡Oye que Demonios te pasa!" La voz del cabeza de musgo le gritó molesto, la diatriba del espadachín se detuvo abruptamente, su expresión había cambiado de una molesta a el desconcierto y finalmente a la cara estoica que recordaba había usado la mayoría del tiempo en Arabasta.
"Ace" el nombre salió de los labios de Zoro con cierta discreción, como si no creyera todavía que el niño frente a el era el hermano de su capitán.

"El mismo" Se levantó la mano a una zona en la cabeza, intentando tocar un sombrero que ya no se encontraba ahí y se sonrojo un poco debido a la vergüenza al darse cuenta que no había nada allí, Zoro le alzo una ceja "memoria muscular" Confesó mientras fingía no haber intentado acomodarse un sombrero imaginario. El espadachín simplemente asintió comprensivo.

"Entonces, ¿Porque me alejaste de mis katanas?" Había preguntado observando a lo lejos a wado ichimonji. Cuando Zoro despertó siendo un bebé el primer pensamiento que tuvo fue el de en donde se encontrarían sus nakamas para posteriormente darse cuenta de que sus katanas no habían reencarnado con él, había sido duro el no contar con el familiar peso de emma, wado ichimonji y sandai kitetsu, le había prácticamente rogado a sus padres para que lo inscribieran en un dojo, el haber reencarnado como el pirata Roronoa Zoro no hacía que su cuerpo de niño pequeño fuese menos inexperto en el combate al igual que débil e inútil. Había estado entrenando desde los 3 años levantando pequeñas pesas, y ahora podía decir que el peso que levantaba con sus brazos y piernas era uno considerablemente alto, por suerte para el, había sido el mejor espadachín después de derrotar a Dracule Mihawk, por lo que su conocimiento con la espada le había facilitado el volver a estar a un nivel promedio a la edad de 6 años y se divertía mucho derrotando a todos en el dojo.

La primera vez que Zoro había ido al museo, fue porque había dado con el paradero de sus katanas y estuvo apunto de romper el cristal y huir con las tres más de una vez, pero no podía hacerlo debido a que podía ser atrapado y no quería perder la única oportunidad de estar cerca de sus katanas, por lo que cada vez que podía entraba al lugar y se quedaba viéndolas lo suficiente como para asegurarse de que seguían ahí. Claro que no había esperado que un villano entrara a el museo ese día cuando iba de salida y, al igual que Ace con el sombrero, el también vio esto como una oportunidad de volver a tener a las tres nuevamente.

"¿Cómo pensaste que sacarias tres espadas que son más grandes que tú sin ser visto por las cámaras en el lugar y las personas que esperan fuera?" Su pregunta había hecho que Zoro frunciera el ceño al no pensar en eso último, podía escuchar las burlas del cejas de mierda en la zona posterior de su mente y no pudo evitar fruncirlo más, no le daría la satisfacción al desgraciado.

No siempre justoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora