No siempre justo

VII

Capitulo VII
Galletas de Arroz y un secreto expuesto

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            No siempre justo
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Existían cosas en este mundo que podían molestarlo a un punto sin retorno.

Bueno.

Tal vez habían muchas, pero no por eso hacia que ser golpeado de una forma tan brutal por un viejo demente le agradece, en serio había creído que se había salvado de esos malditos puños de amor.

"¡QUE ES LO QUE TE SUCEDE VIEJO DE MIERDA, PUDISTE MATARME!" Ace se levantó furiosamente del suelo encarando al anciano frente a el quien le dió una mirada dura que comenzó a ponerlo nervioso hasta que lo golpeó duramente con su puño una vez más en la cabeza.

"¡LLAMAME ABUELO!" Le gritó molesto dándole un fuerte golpe que dejó en K.O a su nieto.

Ace gimió en el suelo sintiendo como se formaba en su cabeza un chichón del tamaño de una pelota de tenis, sostuvo con sus manos la zona golpeada y comenzó a chillar debido a lo fuerte del golpe, sentía que su mundo daba vueltas por el dolor.

"¿Porque estás aquí?" Decidió preguntar aún sentado en el suelo, había olvidado lo que era un buen golpe desde que obtuvo de nuevo la mera mera, excluyendo al lobo del bosque con quien parecía ya formar un vínculo de amistad genuino, pensaba en llevarle un juguete de perro la próxima vez que fuera.

"¿Que a caso no puedo visitar a mi nieto?" Pregunto Garp luciendo indignado por el comportamiento de Ace quien lo miro antes de decirle un contundente "no, no puedes, ahora dime para que viniste".
"Bueno, Me atrapaste" Saco un paquete de galletas de arroz de Oda sepa dónde y comenzó a comerselas.
"Sengoku me hecho de la oficina porque accidentalmente lance a su cabra mascota por la ventana del tercer piso, no me quiso creer cuando le dije que la maldita cosa me asusto y ahora estoy aquí porque me amenazó con quitarme todo mi suministro de galletas de arroz si me volvía a ver en los próximos dos meses" Garp tembló visiblemente ante lo último, sin duda las galletas de arroz eran el punto débil de ese viejo.

Ace pensó en los numerosos casos en los que se podía lanzar accidentalmente una cabra por la ventana de un tercer piso y no tenía las energías para preguntar si siquiera el animal se encontraba bien. Solo diría que fue una de las pobres almas que tuvieron la desgracia de encontrarse con Garp. Sinceramente Sengoku no era su persona favorita pero podía sentir pena por el pobre hombre a la hora de trabajar con el viejo de mierda no solo en una, sino en dos vidas.

Lo suficiente como para volver loco a cualquiera.

"Y entonces, ¿Que tengo que ver yo en todo esto?" Entrecerró los ojos y le dió al hombre una mirada sospechosa, no le gustaba a dónde apuntaba todo este asunto.

"Fui al centro a comprar unas cosas cuando ví el ataque de ese criminal, era imposible que dejara que esos héroes idiotas se encargarán del asunto así que decidí encargarme yo mismo del problema y luego fue cuando te encontré" Señaló en marine mientras le restaba importancia el haber interrumpido como si nada un "rescate" de los héroes.
"¡Así que ahora voy a entrenarte para que te conviertas en un fuerte marine igual que tú abuelo!

Por un momento, la vida de Ace pasó frente a sus ojos y se cuestiono todas las decisiones en su vida como Portgas D y Todoroki para acabar en este momento, no estará lidiando con el entrenamiento de su abuelo por dos meses enteros, no señor, antes volver a estar muerto que eso.