"En un mundo donde las apariencias lo son todo, el amor se convierte en el papel más difícil de interpretar."
¿Qué sucede cuando el director de una empresa de entretenimiento, está en búsqueda de un amante falso para romper su compromiso?
Baekhyun e...
Baekhyun levantó la mirada sobre el enorme cuadro colgado en la pared.
En la fotografía en blanco y negro, una joven de largos cabellos y facciones delicadas se erguía con una elegancia inquietante. Entre sus labios carmesí, sostenía un lujoso envase de lápiz labial, como un destello de color en un mundo sombrío. Aunque el rojo intenso era lo único visible, era su mirada profunda y penetrante lo que verdaderamente atrapaba a quien se atreviera a mirarla.
"Ahn Min Ji", leyó Baekhyun en una esquina, un sabor amargo se instaló en sus labios por alguna razón.
—¿Qué haces? —La voz de su manager lo sacó de su ensimismamiento. Sus ojos marrones se posaron en Baekhyun, llenos de curiosidad. —Es hermosa, ¿verdad?
El actor permaneció en silencio.
—El director es un suertudo.
—¿Eres uno de sus admiradores? —Los ojos azules de Baekhyun se deslizaron hacia Kyungsoo.
—No realmente, pero me intriga que estés mirando su foto con tanto interés.
Baekhyun esbozó una sonrisa tímida, intentando ocultar la incomodidad que se había instalado en su interior. No entendía por qué había parado en seco al entrar al backstage y encontrarse con la imagen de la novia de Chanyeol en primer plano.
No era sorprendente que el pasillo estuviera decorado con fotografías de MinJi; era la embajadora de la marca y su rostro adornaba cada rincón. Sin embargo, para Baekhyun, ese espectáculo no resultaba tan placentero.
—¡La sesión ya va a comenzar! Apresúrense —anunció Jiyu desde lejos. Pero antes de que Baekhyun pudiera moverse, Kyungsoo, con tono cauteloso, preguntó:
—Baekhyun, ¿A dónde has estado yendo? Últimamente sales más de lo habitual. Si tienes una novia o un novio, solo dímelo en vez de jugar a los acertijos.
Baekhyun se imaginó respondiendo: "Tengo un amante", pero sabía que no era el momento ni el lugar adecuado para confesarle a su amigo sobre el trato secreto con su jefe, a espaldas del presidente.
—¿Ahora hay secretos entre nosotros? —preguntó Kyungsoo, su voz resonando apagada, y el sentimiento de culpa atravesó a Baekhyun como una puñalada.
—Lo siento. Prometo que te lo contaré todo a su debido tiempo.—respondió el actor, antes de girar sobre sus talones y dirigirse hacia Jiyu, quien lo esperaba con una montaña de atuendos para la sesión.
Kyungsoo lo observó alejarse, sintiendo cómo una insatisfacción se apoderaba de él ante la respuesta evasiva. Su mirada se desvió nuevamente hacia el enorme póster de MinJi, y la curiosidad lo dejó sumido en pensamientos.
A lo largo de los años, había llegado a conocer a Baekhyun demasiado bien; sabía lo perfeccionista que era en su trabajo, pero también conocía los matices que delataban sus verdaderos sentimientos cuando no estaba actuando bajo los reflectores de una cámara.
Y la atención de Baekhyun sobre alguien, no era normal.
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