Shumatsu no Valkyrie- Headcannons, etc traducciones

Apolo (celoso) x Y/N #55

Tipo: Headcanons + mini historia

• Este hombre... él sabe lo que tiene y quién es. Verdaderamente no tiene inseguridades en absoluto, y también confía en ti, así que le resulta muy difícil sentir celos de alguien. Pero, oh, que otro dios ayude a la pobre alma que se atreva a quitar TU atención de él.

• Apolo es un auténtico amante del drama, así que si te ve interactuando demasiado con alguien más, es probable que interrumpa la conversación poniéndose entre ustedes y llevándote quién sabe a dónde. No sin antes hacer un comentario pasivo-agresivo a esa persona.

• Personalmente, me recuerda a un pavo real. Definitivamente, cuando empieza a notar que alguien más capta tu atención, lo verás mucho más extravagante a tu alrededor. Tómalo como su forma de cortejar, no importa si ya son pareja, podrían estar casados, y él seguiría haciéndolo. Repito, esto no significa que no confíe en ti, pero ver tu atención en alguien más es como una piedrecita en el zapato para el dios.

• Puede parecer hipócrita por su parte sentir celos, ya que sigue pareciendo coqueto con las ninfas y diosas que parecen encantadas por su mera presencia. Sin embargo, comprende que simplemente es así: el dios del sol, y sería un crimen no tener su brillo(esto no significa que te engañaría, no, para nada, no es su estilo, aunque pueda ser difícil de creer). Además, como tu pareja, te considera la segunda cosa más hermosa (la primera es obviamente él mismo) sobre y debajo de los cielos.

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Eras la deidad lunar en el panteón griego, el Ragnarok estaba en marcha, y habías sido ya testigo de victorias y derrotas en ambos bandos. Esto solo avivó la curiosidad que siempre habías tenido por la humanidad. Como personificación de la luna, los viste construir imperios y derrocar a otros, entre muchas otras cosas, algunas admirables y otras despreciables. Sin embargo, seguían siendo una raza completamente fascinante para ti. Incluso votaste en contra de su extinción en el consejo de Valhalla solo para seguir observándolos, a pesar de que tu esposo y dios del sol, Apolo, votó a favor.

Tus pasos resonaban en el pasillo mientras deambulabas descuidadamente. Era la novena ronda de la batalla que decidiría el destino de la humanidad, y sabías que Apolo iba a luchar, pero no estabas demasiado preocupada por él, ya que tenías plena confianza en sus habilidades. Sin nada que hacer mientras comenzaba la ronda, decidiste echar un vistazo preliminar al oponente de tu esposo. ¿Cómo sabías quién era? Bueno, Hermes es una fuente de información a la que consultas con frecuencia. No estabas segura de cómo siempre parecía estar un paso adelante de todos, pero eso no importaba ahora.

Este rey espartano realmente llamó tu atención. Estabas bien informada sobre Esparta y sus gobernantes a lo largo de su existencia, principalmente gracias a tu esposo. Sin embargo, la perspectiva de ver de cerca a ese hombre orgulloso y ruidoso te intrigaba. Tu caminata se detuvo abruptamente cuando, perdida en tus pensamientos, chocaste con un pecho bien formado. Al mirar hacia arriba, viste a un hombre musculoso y alto con una larga cicatriz a lo largo del lado derecho de su rostro, acompañado de una barba áspera: un guerrero espartano. Definitivamente era tu hombre: el rey de Esparta, Leónidas. El humo de su cigarro fue lo que finalmente te devolvió a la realidad, y cuando te diste cuenta de que tenía una expresión de lo que asumiste era disgusto, te alejaste rápidamente de él. —¿Quién demonios eres, mujer?" rugió la voz del guerrero, ruda y sin cortesía alguna. No pudiste evitar pensar que habías visto a muchas deidades menos imponentes que él.

Tan pronto como tus labios se movieron para formar palabras, sentiste un par de manos en tu cintura. Tus ojos se volvieron para ver a tu esposo, quien te levantó rápidamente y sin esfuerzo sobre su hombro como si fueras un saco, pero aún manteniendo ese toque gentil que tenía contigo. —Cariño, este bruto no es digno de escuchar tu voz, ¿sabes? Nos vamos—, dijo como si no tuviera a este "bruto" frente a él. Cuando Apolo se dio la vuelta, pudiste ver la cara de Leónidas contorsionada en una expresión que mostraba claramente que estaba a punto de lanzarse para matar al dios del sol. Esto iba a ser sin duda una pelea apasionada.