⭐️-Lo que dice el título, créditos a sus creadores (todos son sacados de Tumblr, menos los que no tienen créditos, esos son míos <3)
⭐️-las sugerencias para nuevos caps son bienvenidas, no importa el personaje yo escribo lol (a menos que sea un nsf...
🌬️Advertencias: mención de muerte, heridas, angustia, sexo
🌬️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Leonidas
"Entonces, aparte de las piernas humanas, los mitos no han mentido acerca de ti".
Por enésima vez en menos de media hora, te ruborizas violentamente y te encierras dentro de tus propias alas sin responder, apartando la mirada lo más posible del Rey de los Espartanos, el orgulloso Leónidas. No te avergüenzan tanto sus palabras como el tono que utiliza para pronunciarlas y la absoluta confianza y ausencia de miedo con la que se ha acercado a ti desde el primer momento en que te vio: aunque por lo general eres tú quien atrae a los humanos y a los dioses y los pone en jaque por diversión pura, y por soledad, esta vez algo no debe haber funcionado y ahora estás en apuros más que nunca.
La cosa es que él te notó antes de que tú pudieras hacer lo mismo: una sombra en el amanecer, como una estrella negra que ha sobrevivido al advenimiento de la luz, una figura que tomó forma y se hizo visible a medida que se acercaba con paso decidido... y antes de que pudieras abrir la boca para llenar el aire con tu irresistible canto y mantenerlo a distancia de ti, Leónidas se plantó frente a tu rostro, firmemente plantado con las manos en las caderas y su expresión resuelta con la que te observó durante momentos interminables, escudriñándote de arriba abajo y examinando cada rincón de ti. "Una cara de chica, alas de pájaro... e imagino que eras tú quien solía cantar al amanecer, ¿verdad? Y pensar que estaba teniendo un sueño tan hermoso... pero esta sirena decidió lo contrario", exclamó finalmente, soplando y moviendo el cigarro casi terminado hacia el otro rincón de la boca, antes de avanzar otro paso para levantarte por las axilas y alzarte hasta su altura, para luego pasar tus dedos por tus plumas y acariciarlas y apretarlas. "Mmm, no te falta belleza".
"Tengo más siglos que tú y sé cómo postrarte de rodillas, así que no intentes jugar trucos; y cierra la boca". Finalmente, después de un largo momento de silencio en el que te resultaba imposible abrir la boca, tu voz tintinea en el viento; y Leónidas se ríe suavemente, entrecerrando los ojos ante tu rostro malhumorado y púrpura y la luz tensa y preocupada que danza en tus ojos. "La doncella alada quiere pelea, entonces; bueno, ¿por qué no lo haces? ¿Por qué no cantas y tratas de seducirme?"
En ese preciso momento quisiste complacerlo, realmente, aunque solo fuera para poner a ese humano en su lugar; pero no salió ni una nota de tus labios. Algo te impedía hacerlo, así como apartar la mirada del rey, tanto que al final él te dejó suavemente en el suelo con una expresión decepcionada y un clic de su lengua, y luego se sentó y apoyó su espalda contra el mismo grupo de rocas que tú has elegido como refugio, cruzó las manos detrás de la cabeza y cerró los ojos después de un fuerte bostezo.
