prólogo ☆ una pequeña mención sobre sakumo y lo sucedido con él. (referente al suicido)
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kakashi lleva horas en la librería.
ha leído todos los tomos de icha icha más veces de las que quisiera admitir. no es solo romance o cómo normalmente Sakura cree que es pornografía. estos libros... bueno, todos los libros en general son un escape de su horrible realidad. son un escudo contra este mundo que no es exactamente precioso con él.
ha elegido dos libros, únicamente. uno de ficción y otro romántico. es sencillo sentirse identificado con la ficción que se presenta, y normalmente puede perderse en ella por horas.
el romance... ah, bueno. el romance es su única forma para sentir algo que no sea un dolor terrible de esta realidad. puede que a veces se esté riendo con Naruto, y todo eso, pero no está exactamente sintiendo algo que pueda describir o para variar, entender. no es lo mismo sentirlo y no identificarlo a leerlo y que el propio libro describa la emoción.
desde... desde el suicidio de su padre, Kakashi dejó de sentirse cómo una persona normal.
sacude la cabeza con violencia y siente su gran cabello (que desafía la gravedad) moverse. no quiere pensar en esas cosas. no quiere pensar en su padre y todo lo demás que le sigue.
con sus dos perfectos libros, va a la fila para pagar. le gusta mucho leer. desde que era pequeño.
él hace la fila como se espera. es alto, aunque no gigante. la mayoría son mujeres las que llevan libros para pagar: románticos, ciencia ficción, estudios.
pero entonces, sucede.
detrás suyo, hay alguien ya haciendo fila. Kakashi no le da ni siquiera una segunda mirada. no le interesa, y tampoco es de su incumbencia.
pero entonces, otra mujer se mete en la fila adelante suyo.
le quita su lugar con un empujón que lo toma desprevenido. ella pasa sin darle una segunda mirada, claramente convencida y feliz de lo que hizo.
eh.
kakashi no sabe que hacer. ceder un lugar no es un pecado, pero que se lo hayan quitado...
a Kakashi nunca le ha gustado que le quiten sus cosas. y el toque innecesariamente duro para empujarlo, le deja esa rara sensación de picor o ardor de segunda mano en el brazo que fue empujado.
