El reto

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Capítulo 4

—Esto no está funcionando Nam— decía Freen frustrada, llevaban más de una semana buscando la candidata perfecta que ocupara la vacante de falsa esposa que habían abierto para salvar el pellejo frente a sus inversores.

—No lo sé amiga, creo que estás siendo muy exigente.

—Ninguna cumple con los requisitos que busco— juzgó la morena haciendo un gesto de desprecio.

—Bueno la última me pareció muy guapa, además estoy segura que estaría encantada de fingir ser tu esposa y cumplir con todas sus  funciones, incluida la cama— Se divertía Nam con sus comentarios.

—No te burles— Se quejó.— Lo menos que quiero es complicarme con alguien, no quiero saber nada de relaciones, ni siquiera pasajeras.

—Unas noches de placer te vendrían muy bien.

—Nam deja de hablar estupideces, ya tengo suficiente con mis problemas actuales. Salgo de viaje mañana y me aterra dejarte sola con una decisión tan importante.

—Freen confía en mí, no te decepcionaré, cuando regreses tendré a esa chica perfecta.

—No puedo confiar en ti, cuando fuiste quien me metió en este enredo— protestó la morena, realmente le incomodaba la situación. Nunca fue de andar con muchas chicas aunque le coqueteaban fácilmente. Freen era una mujer de una belleza asombrosa, tenía la facilidad de irradiar luz en cualquier sitio donde llegaba, no era muy conversadora, pero sabía desenvolverse con facilidad en cualquier ambiente. Su inteligencia y conocimientos le hacían ser el centro de cualquier conversación, virtudes que su esposa usó a su favor en distintas ocasiones para agradar a muchos en sus celebraciones y que Freen normalmente odiaba, como la utilizaba de esa manera tal si fuera un objeto que mostrar o un entretenimiento de su show personal, por esto en su trabajo prefería mantenerse en un segundo plano, siendo Nam quién se dedicaba a las relaciones públicas.

—Solo sé consciente, por favor, no quiero tener que lidiar con ninguna desequilibrada— bufó y  Nam se carcajeó con lo que dijo su amiga.

—No creo que nadie esté peor que Faye, si pudiste con esa arpía, puedes con todo— Freen negó con la cabeza y puso los ojos en blanco.

—Debo irme a casa a preparar todo lo del viaje.

—Es una lástima que no vengas el viernes con nosotros al bar, Billy nos presentará a la novia, es su cumpleaños.

—Sí, me hubiera gustado ir ¿Dijo que la chica es psicóloga? 

—Exactamente, parece que es muy feliz con ella.

—Me alegro se lo merece, es un excelente chico, te dejaré un regalo para ella y le transmites mis felicitaciones. Tengo poco tiempo, pero procuraré encontrarle algo antes de partir.

—Qué bonito gesto Freen, siempre tan atenta.

—Sólo te voy a pedir una cosa, molesta mucho a Billy de mi parte– sonrieron juntas y Freen se despidió.

La situación no era  nada agradable, sentir la presión de tener que convivir con una desconocida en un ámbito tan personal aunque fuera una pantalla para salvar su negocio, le estaba pasando factura con la ansiedad, no sabía que esperar de esa locura y a veces pensaba para sí misma que no quería que esa persona apareciera. Tendría que compartir habitaciones de hotel, cenas, viajes, celebraciones y fingir que se conocían de años y se amaban, tendría que armar todo un guion para que no la descubrieran o todo se hundiría frente a sus ojos.

Esposa por Negocio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora