El beso

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Capítulo 7

Freen olvidó cerrar la puerta de la terraza cuando la noche anterior se acostó al lado de Rebecca. Lo hizo con cuidado, no quería despertar a la doctora. En la madrugada la temperatura comenzó a descender, actuando como duende cómplice y travieso, haciendo que sus cuerpos se buscaran como polos opuestos, se unieron tanto como pudieron. La empresaria nunca había soportado bien el frío, cayó inconscientemente sobre la doctora. El instinto de Rebecca actuó por reflejo y la abrazó. Becky despertó primero, se sorprendió al verse rodeando a Freen con sus brazos. No tenía la intención de moverse sin antes detenerse a observar a la morena, detalló su perfil; los rasgos asiáticos siempre habían sido de esas cosas que le gustaban sin saber por qué, acarició el cabello de Freen y se le dibujó una agradable sonrisa en sus labios.

La alarma del teléfono de la morena regresó a Becky a la realidad. Freen despertó con un calor diferente, se percató que la textura cálida y suave eran el pecho y los brazos de Rebecca. Cerró los ojos, se cubrió el rostro con una mano, avergonzada, separándose de Becky.

—Perdón no quise invadir tu espacio— dijo Freen intentando justificar el momento incómodo, no quería asustar a Rebecca, sin saber que solo instantes antes la doctora disfrutaba de tenerla tan apacible, reposando encima de su cuerpo.

—No pasa nada al parecer tenías demasiado frío, no te disculpes por favor.

—Soy un poco friolenta.

La empresaria salió de la cama directo a la ducha, seguramente ya el chofer la esperaba en el lobby del hotel. Iba saliendo cuando Rebecca la detuvo.

—Saldré un rato. ¿Vas a necesitarme?—preguntó.

—No, estaré todo el día trabajando, tengo mucho que hacer, disfruta de tu paseo.

—Nunca tienes ni unas horas para disfrutar de los lugares que visitas.

—Sí, algunas tengo— respondió la morena.— Quizás mañana visite alguna galería o salga a tomar el aire luego del horario del almuerzo que es cuando me desocupo— Rebecca la miró decepcionada, se le pasó por la cabeza que la incluiría en sus planes para distraerse. Luego pensó que la empresaria no la conocía lo suficiente como para invitarla y menos si no tenían que estar actuando su falsa relación. Quizás Freen no quería interrumpirla si tenía planificado algo, pero no se quedaría sin intentar conocer más allá de las cenas y esos momentos en la habitación donde planificaban qué harían el próximo día, se negaba a ser una desconocida para esa chica con la que compartía la cama.

—¿Puedo acompañarte?— Freen no se esperó aquella pregunta y no supo qué decir, «reacciona» le vociferó su interior con bocinas y parlantes.

—Claro que puedes. ¿No sería incómodo para ti?

—La verdad es que no, disfruto mucho del arte.

—Para algunos aburrido.

—Grupo de insensibles. Además me encantará ver la ciudad a través de tus ojos— la morena solo sonrió y la señaló con su dedo saliendo de la habitación.

—Buena jugada Rebecca, nos vemos más tarde, acordamos qué haremos mañana y nos sorprenderemos juntas, New York es un misterio para mí también.

El comentario y el interés de Becky la tuvo un poco desorientada, estuvo pensando en lo que había ocurrido con Rebecca, nunca nadie se había interesado por compartir sus gustos al menos sin un interés de fondo.

Esposa por Negocio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora