Esposa por Negocio

La cena

Capítulo 6

—Señora Chankimha por favor sígame, seré su chofer estos tres días, las llevaré a usted y a su esposa al hotel.

Freen y Rebecca siguieron al hombre sin decir más palabras que el saludo al presentarse cada una a aquel agradable señor. La parte trasera del auto parecía un retiro espiritual impuesto, el silencio tan grande que llevaban las dos chicas, era tanto que molestaba y se les metía en las molécula, taladrándoles el cerebro, produciendo una ola de ansiedad difícil de aguantar. Freen no sabía cómo comportarse, al menos en el vuelo Rebecca le habló en varias oportunidades para preguntarle algunas cosas sobre el guion de aquella supuesta relación, la cual traía escrita y estudiaba con cuidado. En el documento venían los momentos más importantes que las personas solían preguntar a las parejas, «Cuándo se conocieron y cómo llegaron hasta el día de hoy»

—¿Puedo cambiar la propuesta de matrimonio?— preguntó la doctora.

—¿Cómo?— contestó Freen con otra pregunta pues no entendía a qué se refería.

—Es demasiado básica, como impuesta, siento que aceptaste por puro compromiso y no quedar mal frente a esas personas— Freen bajó su cabeza dándole en parte la razón a Becky.

—Si alguien pregunta sobre eso, podría hacerlo más a mi estilo, creo que a tus socios les gustará más que esto— señaló el papel.

—Bueno sólo sería algo más que se modificaría de la historia, casi todo en ese documento es una mentira, mi matrimonio ha sido un completo desastre— los ojos de Freen se humedecieron y amagó una sonrisa con nostalgia.

—Lo siento— le dijo Rebecca apenada observando su cambio repentino.— No quise parecer insensible, ni hacer críticas, es tu vida y no tengo derecho a juzgar absolutamente nada.

—No te preocupes, digamos que Faye es eso mismo que has dicho, básica. Aprovecho «el deberían casarse» de su padre en medio de una cena familiar para mirarme y decir «deberíamos amor» no sabes cuánto odio esa palabra— dijo Freen con rabia— y yo como una tonta acepté sin pensar en lo que realmente quería para mi vida— Becky la observaba en silencio e iba respondiendo muchas de esas preguntas que se hizo el día que vio la foto de la morena por primera vez.— Por favor mientras nuestro acuerdo dure llámame como quieras, pero no me digas amor.

—Entiendo— Becky continúo leyendo y repasando cada línea de aquel mal guion de vida, pero no molestó más a Freen, había perdido su vista en las nubes que se observaban a través de su ventanilla.

Desde ese momento al auto sólo se habían hablado lo esencial, hasta Rebecca se estaba poniendo nerviosa a pesar de estar acostumbrada a la presión de los quirófanos. Aquello era totalmente diferente, era una prueba para la cual ninguna estaba preparada.

—Puede poner un poco de música— le pidió Freen al chofer porque ese silencio la estaba volviendo loca. De inmediato encendió el reproductor y el ambiente se fue relajando, el sonido acompañado de la hermosa vista que les brindaba la ciudad de New York, empezaba a hacerlas sonreír.

—Podría pintar algo como esto— pensó Freen en voz alta al pasar por las cercanías de Central Park.

—Sería un gusto verlo— la morena posó su mirada en el rostro de Rebecca.— La pintura que le regalaste a Irin es realmente impresionante.