DEVIL TRIBUTE/ L.S [Traducción]

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Las mazmorras del castillo en el pantano olían fuertemente a unidad, poca luz natural era lo suficientemente fuerte como para brillar a través de las pequeñas ventanas altas y el suelo estaba hecho de rocas cubiertas de barro.

El lugar no se usaba exactamente para nada más que practicar magia de muerte, algo que el demonio había abandonado hacía unos siglos. Desde entonces, habían estado abandonados, existiendo sólo entre los cimientos del castillo. Oscuro y húmedo, rebosante de restos oscuros de una época de poder que ningún ser debería poder ejercer. Harry era, por supuesto, en su calidad de heredero directo de Beelzebub, había muy pocas cosas que no podía hacer si así lo deseaba y muchas más de las que su conciencia sólo le obligaba a mantenerse alejado. De cualquier manera, éste parecía el lugar perfecto para lo que estaban a punto de hacer.

— Tienes un hermoso edificio aquí abajo — siseó Payne, sus ojos color avellana adoptaron el tono comúnmente rojizo en la oscuridad. Parecía haberse acostumbrado rápidamente a la rutina del castillo, su actitud siempre galante ahora estaba tan familiarizada con el lugar que a veces Harry pensaba que no sería mejor simplemente patear ese trasero antes de atreverse a anunciar su movimiento permanente, algo que Ken y su estúpida obsesión por tener alguien con quien compartir sus nefastos gustos... bueno, ella claramente no estaba en contra de eso. — Qué bueno que finalmente me dejaras ocuparme de esa cosita burbujeante que guardas constantemente entre tus sábanas.

Eso no era una completa mentira a pesar de la clara molestia que ardía en las mejillas del demonio del pantano mientras rodeaba la gran habitación con los ojos bien abiertos para una mayor inspección. Él y Louis habían estado compartiendo muchos momentos íntimos durante días, casi semanas. Momentos cálidos, lejos del silencio, en su habitación, jardines, biblioteca y, una vez, incluso contra las heladas paredes del corredor norte.

Era como si después de la primera vez, algo se hubiera despertado y nada más fuera relevante aparte de la sensación profundamente adictiva de estar dentro del cuerpo del hada, enterrado en el cálido núcleo de Louis y deleitándose en sus dulces y suaves labios.

La relación tampoco podría haber permanecido en secreto el tiempo suficiente para que ambos decidieran qué era y hacia dónde iban, especialmente cuando Harry se había jurado a sí mismo ante el fuego del infierno que haría todo lo que pudiera para ayudar a Louis y su caliente magia que se escapa de inmediato. Y, muy probablemente por eso, finalmente había cedido ante Payne. El demonio de la encrucijada había estado haciendo un trabajo a medias al rastrear al padre demonio de Louis, incluso si no había muchas pistas a seguir aparte del hada de la que nació.

"Es una zorra increíblemente bonita, incluso si está constantemente consumida por la maldición de sangre que lanzó. No creo que pasen más de un par de años antes de que alguien se dé cuenta, todas esas criaturas son tontas bestiales, pero cuando una hada sacerdotisa se convierte en algo tan terrible como un alma en pena... bueno, no tienden a ignóralo." Las palabras de Payne después de una breve visita a Calia.

Esa noche, Harry sostuvo al hada en sus brazos durante horas y horas. Su madre lo maldijo. Su propia madre había introducido magia vibrante en esos huesos. Y, como si fuera poco, lo había pintado como una bestia ante los ojos crudos de todos. Esa noche, el demonio del pantano descubrió que no quería que Louis se fuera.

Días después y allí estaban deambulando por las mazmorras, a punto de hacer lo único que les quedaba en acción inmediata.

—Si esa hada encerró la magia del chico, ¿sabes qué podría abrir la puerta? Tú o yo. Pero no me importa hacer el maldito trabajo sucio.

—Esto está bastante lejos de todos— seguía diciendo Payne, las palabras se enroscaban como serpientes alrededor de su lengua áspera. —¿Vas a quedarte o simplemente huirás como un maldito cobarde?