La misión salió mejor de lo esperado, pero ¿qué esperabas? Estabas en compañía de los mejores.
Regresaste a la base, exhausto y débil. Todo dolía, todo tu equipo se sentía 10 veces más pesado. Te recuestas en el frío piso de concreto y su solidez te conecta a tierra. Realmente no te molestarías en regresar a tus habitaciones, déjame aquí, pensó mientras el otro pasaba junto a ti riéndose. Gaz se inclina ofreciéndote su mano para ayudarte a levantarte. Te negaste a ahuyentar su mano cerrando los ojos.
Price regresó al lugar donde se había derrumbado.
"No puedo quedarme ahí toda la noche, cariño" - te refunfuñó. Abriste los ojos y lo encontraste agachado sobre tu cabeza. Su rostro era tan rubicundo como el tuyo pero lo llevaba bien, mejor de hecho. Sus ojos se arrugaron por su sonrisa. Su Capitán. Le debías más de lo que jamás podrías ofrecer y todo lo que él pidió a cambio fue que volvieras con él sano y salvo, pero él te pidió eso a todos ustedes, a todo el equipo... no eran especiales, pero él hizo sientes que estás donde.
"Déjeme aquí Señor... Dormiré con mi equipo táctico" - Cierras los ojos nuevamente, la imagen de sus ojos azules brillantes quema en tus párpados. Lo sentiste alejar el olor a tabaco, aceite de armas y tierra que se desprendía de él. Te tomó por sorpresa cuando sentiste su pesada mano pasar debajo de tu chaleco táctico para agarrar la correa del hombro. Comenzó a arrastrarte por el suelo murmurando algo sobre si la montaña no vendría a Mahoma...
"¿Capitán?...qué...espera, ¡me levanto!"- Te reías, pero no podías ocultar la ligera histeria en tu voz. Sonabas mareado, te sentías mareado, tal vez era solo el movimiento de tu cabeza al ponerte de pie o fue la forma en que sus ojos te observaban como un halcón para asegurarse de que no volvieras a caer al suelo.
Ahí eso era lo que quería escuchar tu risa, era contagiosa y uno de sus sonidos favoritos para escuchar en las noches frías.
"Vamos, necesitas darte una ducha y agachar la cabeza, lo hiciste bien hoy"- Te dio una palmada en la espalda, pero se quedó ahí. Estabas pensando demasiado en ello. Asentiste con la cabeza, frotándote la mejilla, debiste haberte untado más tierra en la cara. Price se rió mojándose el pulgar para quitártelo, tú se lo permitiste.
"No les voy a hacer esto al resto de ustedes... para eso está la ducha..." - Se aclaró la garganta, vislumbraste algo en sus ojos, tal vez era el mismo pensamiento que el tuyo... Si se ofreció, Dejarías que te limpiara el resto de ti con su lengua... dejaste que el pensamiento flotara en tu mente por un segundo antes de darte cuenta de que él todavía estaba frente a ti mirándote notar tu mirada vidriosa y cómo tus mejillas se enrojecen bajo el mugre y suciedad.
Te giraste pero la sangre estaba en otra parte y tropezaste hacia adelante, antes de que tu cuerpo entrara en acción, Price ya tenía su brazo alrededor de tu cintura. Su Capitán.
"Creo que necesito ayuda para las duchas Capitán..." - Lo miraste tímidamente. ¿Qué estabas diciendo? Te miró por un momento contemplando. Era inocente, pensó que estabas cansada y necesitabas ayuda, no era diferente a ayudar a Gaz o Soap, excepto que ¿quizás lo era?
"Vamos entonces... no digas que no hago nada por ti" - Él sonrió arropandote hacia él, tu mano encontró un lazo libre en la parte posterior de su chaleco táctico para aferrarte mientras te conducía hacia el vestuario que todos compartisteis. Te sentó en el banco central y comenzó a quitarse su propio chaleco táctico primero, tirando del velcro y las correas, se lo pasó por la cabeza. Observaste aturdido cómo su cuerpo se flexionaba cuando se movía, cuando se giraba notabas el ligero problema en su respiración... estaba adolorido, dolorido oh cómo querías hacerlo sentir mejor... Tu Capitán.