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Era nuevo ese sentimiento para ella, nunca había salido de su entorno. Solían ser solo ella, su padre y la naturaleza. Nada de tecnología, ni de instituto, nada de lo que los jóvenes normales habían.

"Papá siempre decía que soy especial".

Cada mañana se levantaba, se miraba al espejo y pensaba eso, necesitaba hacerlo si quería mantenerse cuerda en ese lugar.

Y esta vez no sería la excepción.

Se despertó, levantó y miró al único espejo de la pequeña habitación de hotel.

-Soy Usagi Yuzuha, y soy única- se dijo a sí misma con una pequeña sonrisa en el rostro.

Suspiró, estaba muy cansada como para bajar abajo y socializar con sus amigos. "Qué difícil es vivir aquí".

Aunque ahora que lo pensaba mejor, le vendría bien bajar al salón principal y hablar un rato con Kuina, Asahi, Momoka, Tatta y Arisu, y quizás con Chishiya, ese tipo raro y misterioso que no parecía tener buenas intenciones. Aunque no lo culpaba, ella también podía ser muy rencorosa y vengativa.

Bajó. El ambiente era el mismo que siempre.

Vio a aquél chico, Arisu. Era tan increíble para ella, tan inspirador.

Sus manos comenzaron a temblar y sudar, se sentía ridícula. Sonrió como pudo y saludó con la mano amistosamente.

Ahí estaba su grupo de siempre, aunque ella siempre evitaba a Chishiya y Niragi, no le daba buena espina.

Todos estaban analíticamente sentados, unos al lado de otros; Niragi estaba sentado al lado de Ann, su mejor amiga, y la chica estaba sentada al lado de su novia, Kuina, quien también tenía al lado sentado su mejor amigo, el teñido que casi siempre daba las malas ideas de venganzas. En otro sillón estaba Arisu, sentado al lado de Momoka y Asahi, haciéndole un hueco a ella. Tatta estaba sentado en un sillón unitario en frente de los demás.

Se sentó al lado de Arisu, como de costumbre.

-Hola Usagi- dijeron todos al verla sentarse, todos menos Ann, Chishiya y Niragi, obviamente, quienes ignoraban a la peli negra o lo hacían por su propio bien.

"Como te acerques a ella aunque solo sea para hablar, te castro, Suguru" le recordó su novio cuando la chica hizo acto de presencia a lo lejos.

"Está bien, no te alteres Shun" dijo él con una sonrisa retadora. Chishiya podía ser muy celoso (y se lo había demostrado) cuando quería.

-Hola a todos- respondió Usagi después de haberse sentado y acomodado. -¿De qué hablabais?

-Estábamos hablando sobre películas- respondió Kuina intentando hacer cómodo el ambiente.

-Ah, ya...- "¿Qué es eso?"

-¡¿No sabes que es una película?!- preguntó Arisu al ver su cara de confusión.

-No...

Le explicaron lo que era, y mientras se hacía la tarde se fueron yendo, hasta quedar solo ellos dos.

-Oye Usagi... Estaba pensando, que, bueno...- No sabía que decir, estaba nervioso y no creía poder decirlo.

"Me gustas" era más fácil pensarlo que decirlo.

-Puedes decirlo, no pasa nada- intentó darle ánimos como podía. No solía ser muy buena apoyando a la gente.

-Claro- sonrió con ternura. Suspiró unas cuantas veces más y tomó aire.

-Me gustas.

"Le... ¿Le qué?" Se preguntó. No sabía que era el amor, no sabía el significado, no sabía nada.

-¿Qué es eso?- preguntó por fin.

El chico se quedó un rato pensando.

-El amor es lo que sientes cuando alguien hace que tu corazón vaya rápido, mariposas en tu estómago y sientes caliente tu cara cuando estás cerca de esa persona. Es un sentimiento- explicó el peli negro sintiendo ternura y confusión por la des-información de su amiga.

-Entonces... Yo también- dijo sonriendo tímida.

Ambos se sonrieron, y se juntaron en un abrazo.

Ahora estaban en la habitación del más alto mirando algunas fotografías de cuando se conocieron en el hospital. Ahora tenían tres hijos, una casa en el campo <<por preferencia de Usagi>> y muchos amigos que cuidaban de sus niños como si fueran sus sobrinos. <<Aunque nunca se los dejaban a Niragi y Chishiya, seguían sin confiar en ellos aún estando en el Tokyo normal>>.

One-shots Alice in Borderland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora