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La brisa es fresca pero agradable, el verde se entremezcla con el marrón de la tierra húmeda, algo usual en terrenos cercanos a un lago, y el gris de las piedras cubiertas de musgo o polvo. El petricor inunda sus fosas nasales, y él parece inseguro de si el aroma viene del ambiente o directamente del chico a su lado debido a la mezcla con la esencia del tabaco. Puede que se esté arrepintiendo haber aceptado sin pensar dos veces la invitación del rizado.

A los pocos minutos de llegar y sentarse lado a lado en el techo frío de la van del metalero, con los pies colgando al vacío, se sumieron en un silencio incómodo, solamente interrumpido por el ruido de las hojas mecidas por el viento y los pájaros, que está poniendo de lo nervios a Harrington, cada susurro de la naturaleza se incrusta en su cerebro, golpeando su cráneo y rebotando en un eco interminable que cada vez se hace más fuerte; cree que si se concentra lo suficiente incluso puede escuchar su propio flujo sanguíneo palpitar en su oídos al ritmo de su pulso.

En estas semanas Steve podría haberse acostumbrado ya a los espacios de silencio entre ellos cada vez que están juntos, y le parece incluso un detalle sumamente agradable, también inusual ya que siempre está rodeado de sus "amigos", el grupo de deportistas excesivamente ruidosos, tanto así que se ha acostumbrado a la vida ajetreada, pero el silencio con Eddie lo disfruta a pesar de no ser su zona de confort, porque si se tratara de otra persona, normalmente estaría hundido en desesperación por generar algo de ruido que haga parecer menos solitaria la situación; sin embargo, en esta ocasión, debido a la tensión que surgió luego de lo sucedido en la enfermería, una parte de él se siente justamente así, sigue sumido en un estado de alerta, sin saber cómo abordar al metalero que ha estado extrañamente callado desde que lo interceptó a la salida de la preparatoria y lo invitó a pasar el rato en Skull Rock.

Eddie por su parte se mantiene sumido en sus propios pensamientos, sin pensar en nada muy profundamente, yendo de aquí a allá en el interior de su cabeza. Por primera vez se siente inseguro e incluso tímido alrededor de Harrington. Lo que pasó en la enfermería seguía dando vueltas en su cabeza, no es que fuera algo importante, pero al mismo tiempo lo fue. La tensión era palpable, eso es indudable, sin embargo, se podría decir que gracias a eso pudo ver algo distinto en Harrington, y no está seguro de qué es, no aún, y no está seguro de cómo eso le hace sentir.

La forma en la que el hombre estaba dispuesto a pelear con él por cuidar a Bárbara, en su momento fue irritante, sin embargo, después de que los padres de la chica llegaran a buscarla, se permitió sopesar la situación, y una sensación de culpa comenzó a invadirlo, después de haber sido demasiado hostil con él. Eddie fue consciente en todo momento de la mirada de preocupación que Steve le dedicaba a la chica en la camilla y simplemente lo pasó por alto intencionalmente en medio de su necesidad de cuidar de Bárbara, importándole poco que Steve quisiera hacer lo mismo, desechando la idea de que sólo quería ayudar y automáticamente lo vio como un enemigo, otra vez, dejando de lado la amistad que se hubo formado estas últimas semanas, retrocediendo varios pasos y elevando nuevamente las murallas que había derribado poco a poco.

Harrington se quedó con ellos, con él, todo el tiempo, incluso después de que llegó la enfermera y Eddie perdió la calma, Harrington explicó calmadamente lo sucedido cuando la mujer comenzó a despotricar sobre cómo era posible que dos alfas estuvieran a solas con una omega en celo. Evitó que Eddie se lanzara sobre la mujer y alegara que ella debía estar ahí, lo calló y lo sostuvo cuando quiso soltarle insultos debido a su negligencia en la cara, fue su turno de controlar al metalero. Y Eddie todo lo que hizo fue arremeter nuevamente su ira contra el castaño. Quiere disculparse, por eso le pidió ir a la roca calavera, y sin embargo lo está torturando nuevamente con un silencio de ultratumba, con labios sellados y rehuyendo a su mirada, centrando su atención en el cigarrillo agonizante entre sus dedos en vez de verle la cara y explicarle, o al menos iniciar una conversación trivial entre amigos, aunque ¿son amigos siquiera?

Bullshit | SteddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora