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La vida en la preparatoria es la época en la que los adolescentes sólo piensan en una cosa: Sobre salir. Porque en ese cruel mundo apartado del real, en ese núcleo interno donde hay jerarquías especiales además de las instauradas por la sociedad para designar quién manda en ese pequeño reino del mal, sólo puedes hacer dos cosas: triunfar o fracasar. Si triunfas obviamente todos van a amarte, gritarán tu nombre en el pasillo esperando poder captar tu atención aunque sea por un segundo y poder saludarte, queriendo formar parte de tu vida, aunque sea en un vago recuerdo que olvidarás dentro de cinco minutos; y en un futuro, en las juntas de ex alumnos, serás el centro de atención nuevamente, con todos esperando oír cómo triunfaste también en otros aspectos de tu vida, interesados en cada mínimo detalle de tu historia de vida luego de graduarse, ya sea para halagarte con sus ojos llenos de admiración, o para hablar mal de ti a tus espaldas con serpenteantes lenguas cargadas con el veneno de la envidia. Por otro lado, si fracasas, también serás el maldito centro de atención durante la preparatoria, sólo que en este caso será para que todos, absolutamente todos, se burlen de ti, porque no hacerlo significa rebajarse al mismo nivel que tú, transformándose a sí mismos en un nuevo blanco para las burlas e insultos de los demás; fracasar significa ser un marginado, un rarito, alguien que merece ser pisoteado, abusado, alguien a quién poder restregarle los triunfos propios en la cara.

Steve es un maldito triunfador, el jodido rey, el bastardo más popular de toda la preparatoria Hawkins y el idiota más grande que podrían conocer creyéndose el dueño del puto mundo. Es imposible que no lo sea, es decir, es un niño rico, blanco, heterosexual, inteligente y, la mierda más importante en esa sociedad, Steve suertudo Harrington pertenece a la casta que está hasta el tope en la jerarquía: es un maldito Alfa, teniendo la vida resuelta desde su nacimiento en cuna de oro, y la peor parte es que él lo sabe, por Dios, sí que lo hace. Es imposible no oírlo jactarse de aquello todos los días en el almuerzo, aunque sea indirectamente, mientras se burla del resto animadamente junto a un resto de extras que se sientan con él en la misma mesa, formando parte de su séquito conformado claramente por los alfas deportistas y sus respectivas omegas, probablemente animadoras.

Tommy es parte de este grupo de gobernantes, siendo algo así como el segundo al mando, justo por debajo de Steve, siendo el blanco perfecto para la flecha cargada de intoxicante envidia. Sus padres son ricos, pero no tanto como los Harrington. Él también es un privilegiado que le tocó la suerte de nacer como un Alfa, por supuesto, y quizá es hasta más fuerte que Steve, pero inevitablemente está por debajo de él ¿Por qué? Sencillo, Steve es un jodido idiota, sí, pero sabe jugar bien sus cartas, sabe ganarse el amor del resto de intoxicadas mentes en esa preparatoria, con ese cabello sedoso y perfecto, la sonrisa brillante y las increíbles habilidades deportivas que le otorgan la victoria indiscutible como el favorito del lugar. En cambio, Hagan, oh pobre Hagan, él es guapo como todos los Alfas, pero no lo suficiente, al parecer, y a diferencia de Steve, su idiotez recae en el nivel cognitivo, claro, dentro del margen intelectual alto que por naturaleza poseen los pertenecientes a su casta. En conclusión, Hagan es increíble, sí, pero por favor, Steve Harrington es el puto rey, y eso lo carcome por dentro todos los días, arrojando a la cara comentarios de odio, medio en broma medio en serio, y Harrington medio ignorándolo medio burlándose, se los devolvía mucho peor, quedando en ridículo ante el resto del grupo que no hacía más que subir el ego del castaño machacando cada vez más la dignidad de Hagan.

Cierto día están en la cafetería no disfrutando del asqueroso almuerzo que preparan las cocineras con demasiado esmero, a veces sobrando la sal, otras veces faltando y más de alguna vez con un cabello encontrado en la comida, una puta mierda si le preguntan a cualquier estudiante. Una de las porristas le había preguntado a Steve cómo conseguía chicas tan fácilmente, de manera coqueta e insinuante, claramente, y el castaño no se molestó en mentir, siendo sincero y jactándose de que en realidad era tarea fácil sin mucha ciencia detrás, teniendo en cuenta sus dotes.

Bullshit | SteddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora